The universe, rather beautiful, isn't it? It's quite literally got everything, from the very big to the very small. Sure, there are some less than savory elements in there, but on the whole, scholars agree that its existence is probably a good thing. Such a good thing that an entire field of scientific endeavor is devoted to its study. This is known as cosmology. Cosmologists look at what's out there in space and piece together the tale of how our universe evolved: what it's doing now, what it's going to be doing, and how it all began in the first place. It was Edwin Hubble who first noticed that our universe is expanding, by noting that galaxies seem to be flying further and further apart. This implied that everything should have started with the monumental explosion of an infinitely hot, infinitely small point. This idea was jokingly referred to at the time as the "Big Bang," but as the evidence piled up, the notion and the name actually stuck. We know that after the Big Bang, the universe cooled down to form the stars and galaxies that we see today. Cosmologists have plenty of ideas about how this happened. But we can also probe the origins of the universe by recreating the hot, dense conditions that existed at the beginning of time in the laboratory. This is done by particle physicists. Over the past century, particle physicists have been studying matter and forces at higher and higher energies. Firstly with cosmic rays, and then with particle accelerators, machines that smash together subatomic particles at great energies. The greater the energy of the accelerator, the further back in time they can effectively peek. Today, things are largely made up of atoms, but hundreds of seconds after the Big Bang, it was too hot for electrons to join atomic nuclei to make atoms. Instead, the universe consisted of a swirling sea of subatomic matter. A few seconds after the Big Bang, it was hotter still, hot enough to overpower the forces that usually hold protons and neutrons together in atomic nuclei. Further back, microseconds after the Big Bang, and the protons and neutrons were only just beginning to form from quarks, one of the fundamental building blocks of the standard model of particle physics. Further back still, and the energy was too great even for the quarks to stick together. Physicists hope that by going to even greater energies, they can see back to a time when all the forces were one and the same, which would make understanding the origins of the universe a lot easier. To do that, they'll not only need to build bigger colliders, but also work hard to combine our knowledge of the very, very big with the very, very small and share these fascinating insights with each other and with, well, you. And that's how it should be! Because, after all, when it comes to our universe, we're all in this one together.
El universo, es un lugar hermoso, ¿no? Literalmente contiene todo, desde lo muy grande a lo muy pequeño. Seguro, existen algunos sinsabores por allí pero, en general, los especialistas concuerdan en que su existencia probablemente sea algo bueno. Algo tan bueno que hay todo un campo científico dedicado a su estudio: la cosmología. Los cosmólogos observan el espacio y reconstruyen la historia de la evolución del universo: qué hace ahora, qué hará, y cómo comenzó todo en un principio. Edwin Hubble fue el primero en notar que nuestro universo se expande al observar que las galaxias se separan cada vez más unas de otras. Esto implica que todo debería haber comenzado con una explosión monumental de un calor infinito, en un punto ínfimo. Esta idea en su momento fue llamada jocosamente "Big Bang", pero conforme se acumuló evidencia la noción y el nombre caló realmente. Sabemos que después del Big Bang, el universo se enfrió para formar las estrellas y galaxias que vemos hoy. El cosmólogo tiene muchas ideas de cómo ocurrió esto. Pero podemos demostrar el origen del universo recreando el calor y las condiciones densas existentes en el principio del tiempo, en el laboratorio. Esto se logra con física de partículas. En el siglo pasado, los físicos de partículas estudiaron la materia y las fuerzas a energía cada vez más altas. En primer lugar, con rayos cósmicos y luego con aceleradores de partículas, máquinas que hacen chocar partículas subatómicas a grandes energías. Cuanto mayor sea la energía del acelerador, más podemos retroceder en el tiempo. Hoy, las cosas están en gran medida compuestas por átomos, pero unos cientos de segundos luego del Big Bang, hacía demasiado calor como para unir electrones y que los núcleos atómicos formaran átomos. En cambio, el universo era un mar arremolinado de materia subatómica. Unos pocos segundos después del Big Bang, era aún más cálido, suficientemente caliente como superar las fuerzas que usualmente unen a protones y neutrones en núcleos atómicos. Más atrás, microsegundos después del Big Bang, protones y neutrones estaban empezando a formarse a partir de los quarks, unos de los bloques constitutivos fundamentales del modelo estándar de la física de partículas. Aún más atrás, la energía era demasiado grande incluso para unir a los quarks. Los físicos esperan que al llegar a tan grandes energías puedan volver a un momento en que todas las fuerzas eran una y que eso nos permita entender los orígenes del universo mucho más fácilmente. Para eso, no sólo tienen que construir colisionadores más grandes, sino trabajar arduamente para combinar nuestro conocimiento de lo muy, muy grande con lo muy, muy pequeño y compartir estas ideas fascinantes unos con otros y con, bueno, Uds. ¡Y así debe ser! Porque, después de todo, cuando se trata de nuestro universo, estamos todos juntos en el mismo.