En una sociedad que le exige a los adolescentes seguir modelos “para calzar”, Ximena Songg presenta cómo una muchacha puede tomar sus miedos y hacerlos parte vital de su personalidad y de eso que la hace única. De este modo, se deja a un lado que la sociedad “ha enseñado que debemos estrujarnos y deformarnos para entrar en el molde que la sociedad ha diseñado para nosotros”.