On a hot spring afternoon in 1963, two men, sent by the American CIA, snuck into the cafeteria of the Havana Libre Hotel. Their directive was to retrieve a poison pill from the freezer and slip it into the chocolate milkshake of Fidel Castro, the Cuban leader who was known to devour up to 18 scoops of ice cream after lunch. While exact details of the story are contested, it's rumored that the pill, however, froze to the freezer coils and broke, foiling the CIA’s plan and granting Castro many more days to satiate his sweet tooth.
En una calurosa tarde primaveral de 1963, dos hombres enviados por la CIA estadounidense se colaron en la cafetería del Hotel Habana Libre. Su objetivo era recuperar una píldora de veneno del congelador y ponerla en el batido de chocolate de Fidel Castro, el líder cubano conocido por devorar hasta 18 bolas de helado después de almuerzo. Aunque los detalles son disputados, se rumorea que la pastilla se heló en las bobinas del congelador y se rompió, frustrando así el plan y dándole a Castro más días para saciar su paladar dulce.
Ice cream has held a unique role in our world’s history, culture, and cravings—
El helado ha desempeñado un papel único
but where did it come from?
en la historia, la cultura y los antojos del mundo. Pero, ¿de dónde viene?
The first accounts of cold desserts and iced drinks date back as early as the first century. In civilizations including ancient Rome, Mughal India, and Tang dynasty China, these icy treats were mainly enjoyed by the royal elites. And finding the means to freeze these delicacies wasn’t always easy. Wealthy Mediterranean nobility sent laborers to trek up high mountains to harvest glacial ice and snow. Meanwhile, ancient Persians built shallow insulated pools of water and utilized a technique known as sky cooling. At night, the shallow pools would naturally radiate heat into the dry desert skies, causing them to dip below the ambient temperature and freeze.
Los primeros relatos de postres fríos y bebidas heladas se remontan al siglo I. En civilizaciones como la antigua Roma, India mogol y dinastía Tang de China, estas delicias heladas eran disfrutadas principalmente por las élites reales. Y encontrar los medios para congelar estos deleites no siempre fue fácil. La nobleza mediterránea enviaba trabajadores a escalar montañas altas para recoger hielo y nieve de los glaciares. Mientras, los antiguos persas construían estanques aislados y poco profundos, y utilizaban una técnica conocida como enfriamiento nocturno. Por la noche, las reservas poco profundas irradian calor naturalmente hacia el seco cielo del desierto. Esto las hacía caer por debajo de la temperatura ambiente y las congelaba.
Yet the cream-based treat we know today made a much later debut. It was originally inspired by sherbet, or sharbat in Arabic, an icy drink believed to have originated in Persia, and subsequently gained popularity in the Middle Ages. European travelers brought sharbat recipes home, and began creating their own chocolate, pinecone, and even eggplant flavored takes on the refreshment. In 1692, Antonio Latini, a Neapolitan chef, recorded a recipe for a unique milk-based version, which some historians dub the first ice cream.
Pero la delicia a base de crema que conocemos hoy debutó mucho más tarde. Originalmente, se inspiró en el sorbete, o “sharbat” en árabe, una bebida helada que se cree que se originó en Persia y que, posteriormente, ganó popularidad en la Edad Media. Los viajeros europeos llevaron a casa las recetas de “sharbat” y comenzaron a crear sus propias versiones con sabor a chocolate, piña de pino e incluso berenjena. En 1692, Antonio Latini, un cocinero napolitano, registró la receta de una versión singular a base de leche que algunos historiadores llaman el primer helado.
In the 18th century, ice cream expanded its reach as these recipes set sail alongside European settlers to North America. Yet it was still mainly enjoyed by the upper classes as the process to make it was quite laborious, and its main ingredients— sugar, salt, and cream— were expensive. George Washington is said to have spent the equivalent of $6,600 in today’s dollars on ice cream in one summer alone. It was on American soil that the frozen dessert entered its golden age, as inventors and entrepreneurs began to engineer ways to bring it to the masses. In Philadelphia in 1843, Nancy Johnson patented a revolutionary ice cream-making machine featuring a crank and beater, which made the process easier for any home cook. And storing ice cream was no longer an obstacle, as by the mid-1830s, New England businessman “Ice King” Frederic Tudor had greatly improved the ice trade, shipping thousands of tons of ice to households across the globe.
En el siglo XVIII, el helado amplió su alcance cuando estas recetas zarparon junto a los colonos europeos hacia Norteamérica. Pero aún lo disfrutaban sobre todo las clases altas, ya que el proceso de elaboración era bastante laborioso y sus ingredientes principales —azúcar, sal y crema—, eran caros. Se dice que George Washington gastó el equivalente a 6600 dólares actuales en helados solo en un verano. Fue en tierras estadounidenses donde el postre helado entró en su época dorada, cuando inventores y empresarios empezaron a idear formas de llevarlo a las masas. En Filadelfia, en 1843, Nancy Johnson patentó una revolucionaria máquina para hacer helados con manivela y batidora, lo cual le facilitaba el proceso a cualquier cocinero casero. Almacenar helados ya no era un obstáculo, pues a mediados de 1830, el empresario de Nueva Inglaterra, Frederic Tudor, el “rey del hielo”, había mejorado notablemente el comercio del hielo al enviar miles de toneladas a hogares de todo el mundo.
Soon, ice cream was on every street corner. In the late 1880s, political turmoil brought Italian immigrants to cities like London, Glasgow, and New York, where many took up jobs as street vendors selling licks of ice cream for roughly a penny each. Meanwhile, American druggists discovered the appeal of combining soda, a drink thought to have therapeutic properties at the time, with ice cream, and a new social spot was born: the soda fountain. When the sale of alcohol was banned in 1920, many American saloons reinvented themselves as soda fountains, and breweries like Anheuser-Busch and Yuengling pivoted to producing ice cream.
Al poco tiempo, el helado se encontraba en cada esquina. A fines de 1880, la inseguridad política llevó a inmigrantes italianos a ciudades como Londres, Glasgow y Nueva York, donde muchos empezaron a trabajar como vendedores ambulantes de helado a un precio de un centavo cada uno. En EE. UU. los farmacéuticos descubrieron el atractivo de combinar refrescos, a los que se atribuían propiedades terapéuticas en esa época, con helados, y así nació una nueva fascinación: las refresquerías. Cuando se prohibió la venta de alcohol en 1920, muchas tabernas estadounidenses se reinventaron como refresquerías, y las cervecerías como Anheuser-Buschy Yuengling se dedicaron a la producción de helados.
At the same time, refrigeration technology was improving rapidly. By the end of World War II, the average American home had a freezer that could house a quart of ice cream. Even trucks could be equipped with freezers full of frozen treats.
Al mismo tiempo, la tecnología de refrigeración mejoraba rápidamente. Terminando la Segunda Guerra Mundial, el hogar estadounidense medio tenía un congelador que podía almacenar un litro de helado. Incluso los camiones podían equiparse con congeladores llenos de delicias heladas.
Today, ice cream continues to take on new forms. And while some of its mysteries may never be solved, one thing is certain: our love for ice cream will never thaw.
Hoy en día, el helado sigue adoptando nuevas formas. Y aunque algunos de sus misterios nunca se resuelvan, una cosa es cierta: nuestro amor por el helado nunca se descongelará.