I want you to imagine this for a moment. Two men, Rahul and Rajiv, living in the same neighborhood, from the same educational background, similar occupation, and they both turn up at their local accident emergency complaining of acute chest pain. Rahul is offered a cardiac procedure, but Rajiv is sent home.
Quiero que imaginen algo. Dos hombres, Rahul y Rajiv, viven en el mismo barrio, tienen la misma formación académica, profesiones parecidas y los dos llegaron a urgencias quejándose de un agudo dolor en el pecho. A Rahul le ofrecieron una intervención cardíaca, pero a Rajiv le dieron de alta.
What might explain the difference in the experience of these two nearly identical men? Rajiv suffers from a mental illness. The difference in the quality of medical care received by people with mental illness is one of the reasons why they live shorter lives than people without mental illness. Even in the best-resourced countries in the world, this life expectancy gap is as much as 20 years. In the developing countries of the world, this gap is even larger.
¿Qué puede explicar la diferencia de experiencias entre estos dos hombres casi idénticos? Rajiv padece una enfermedad mental. La diferencia de la calidad del cuidado médico que recibe un enfermo mental es una de las razones del por qué viven menos que las personas mentalmente sanas. Incluso en los países con los mejores recursos del mundo la brecha de esperanza de vida es de 20 años. En los países en desarrollo, esta brecha es aún mayor.
But of course, mental illnesses can kill in more direct ways as well. The most obvious example is suicide. It might surprise some of you here, as it did me, when I discovered that suicide is at the top of the list of the leading causes of death in young people in all countries in the world, including the poorest countries of the world.
Claro, las enfermedades mentales también pueden matar de maneras más directas. El ejemplo más obvio es el suicidio. Puede que les sorprenda, como me pasó a mí cuando descubrí que el suicidio es la principal causa de muerte para los jóvenes en todos los países del mundo, incluyendo a los países más pobres del mundo.
But beyond the impact of a health condition on life expectancy, we're also concerned about the quality of life lived. Now, in order for us to examine the overall impact of a health condition both on life expectancy as well as on the quality of life lived, we need to use a metric called the DALY, which stands for a Disability-Adjusted Life Year. Now when we do that, we discover some startling things about mental illness from a global perspective. We discover that, for example, mental illnesses are amongst the leading causes of disability around the world. Depression, for example, is the third-leading cause of disability, alongside conditions such as diarrhea and pneumonia in children. When you put all the mental illnesses together, they account for roughly 15 percent of the total global burden of disease. Indeed, mental illnesses are also very damaging to people's lives, but beyond just the burden of disease, let us consider the absolute numbers. The World Health Organization estimates that there are nearly four to five hundred million people living on our tiny planet who are affected by a mental illness. Now some of you here look a bit astonished by that number, but consider for a moment the incredible diversity of mental illnesses, from autism and intellectual disability in childhood, through to depression and anxiety, substance misuse and psychosis in adulthood, all the way through to dementia in old age, and I'm pretty sure that each and every one us present here today can think of at least one person, at least one person, who's affected by mental illness in our most intimate social networks. I see some nodding heads there.
Sin embargo, más allá del impacto del estado de salud en la esperanza de vida, también nos preocupa la calidad de lo vivido. Para analizar la repercusión real del estado de salud en la esperanza de vida, así como en la calidad de lo vivido, necesitamos utilizar un sistema métrico denominado DALY, que corresponde a los Años de Vida Potencialmente Perdidos. Cuando lo utilizamos, descubrimos cosas alarmantes acerca de la enfermedad mental desde una perspectiva mundial. Por ejemplo, descubrimos que las enfermedades mentales están entre las principales causas de invalidez en el mundo. La depresión, por ejemplo, es la tercera causa principal de invalidez, junto con otras enfermedades como la diarrea y la neumonía en los niños. Cuando juntas todas las enfermedades mentales corresponden a aproximadamente el 15 % de todas las enfermedades del mundo. Las enfermedades mentales también son muy dañínas para la vida de las personas. Más allá de la carga de la enfermedad, consideremos las cifras absolutas. La Organización Mundial de la Salud estima que existen entre 400 y 500 millones de personas en nuestro planeta que padecen una enfermedad mental. Algunos de ustedes aquí parecen un poco sorprendidos por estas cifras. Consideren un momento su increíble diversidad: desde el autismo y la discapacidad mental en la niñez a la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias y la psicosis de los adultos. hasta la demencia en la vejez. Estoy seguro de todo nosotros podemos pensar en una persona, al menos una persona que padece una enfermedad mental en nuestro círculo social más íntimo. Veo que algunos asienten con la cabeza.
But beyond the staggering numbers, what's truly important from a global health point of view, what's truly worrying from a global health point of view, is that the vast majority of these affected individuals do not receive the care that we know can transform their lives, and remember, we do have robust evidence that a range of interventions, medicines, psychological interventions, and social interventions, can make a vast difference. And yet, even in the best-resourced countries, for example here in Europe, roughly 50 percent of affected people don't receive these interventions. In the sorts of countries I work in, that so-called treatment gap approaches an astonishing 90 percent. It isn't surprising, then, that if you should speak to anyone affected by a mental illness, the chances are that you will hear stories of hidden suffering, shame and discrimination in nearly every sector of their lives. But perhaps most heartbreaking of all are the stories of the abuse of even the most basic human rights, such as the young woman shown in this image here that are played out every day, sadly, even in the very institutions that were built to care for people with mental illnesses, the mental hospitals.
Sin embargo, más allá de las cifras sorprendentes, lo que es realmente importante y preocupante, desde un punto de vista de la salud mundial, es que la gran mayoría de estos individuos no reciben los cuidados que pueden transformar sus vidas. Recuerden que tenemos pruebas sólidas de que ciertas medicinas e intervenciones psicológicas y sociales pueden cambiar mucho la situación. Sin embargo, incluso en los países con mejores recursos, por ejemplo en Europa, aproximadamente el 50 % de las personas afectadas no reciben tratamiento. En los tipos de países en los que trabajo, esa brecha llega a un sorprendente 90 %. No es sorprendente, cuando le hablas a alguien que padece una enfermedad mental, escuchar historias de sufrimiento oculto, vergüenza y discriminación en casi cada sector de sus vidas. Pero quizás lo más desgarrador de todo esto, son las historias de violación incluso de los derechos humanos más básicos, como la de esta esta niña, que suceden todos los días. Lamentablemente, incluso en las instituciones que se construyeron para cuidar a estas personas: los hospitales psiquiátricos.
It's this injustice that has really driven my mission to try to do a little bit to transform the lives of people affected by mental illness, and a particularly critical action that I focused on is to bridge the gulf between the knowledge we have that can transform lives, the knowledge of effective treatments, and how we actually use that knowledge in the everyday world. And an especially important challenge that I've had to face is the great shortage of mental health professionals, such as psychiatrists and psychologists, particularly in the developing world.
Por esta injusticia he decidido que mi misión sea intentar ayudar a transformar las vidas de las personas afectadas por una enfermedad mental. Me centré en reducir la brecha entre el conocimiento revolucionario que tenemos sobre tratamientos efectivos y su utilización en el día a día. Uno de los desafíos más importantes es la gran escasez de profesionales de la salud mental, como los psiquiatras y psicólogos, particularmente en los países en desarrollo.
Now I trained in medicine in India, and after that I chose psychiatry as my specialty, much to the dismay of my mother and all my family members who kind of thought neurosurgery would be a more respectable option for their brilliant son. Any case, I went on, I soldiered on with psychiatry, and found myself training in Britain in some of the best hospitals in this country. I was very privileged. I worked in a team of incredibly talented, compassionate, but most importantly, highly trained, specialized mental health professionals.
Estudié medicina en India y después elegí como mi especialidad la psiquiatría y mi madre y mi familia se disgustaron, ya que pensaban que la neurocirugía era una opción más respetable para su brillante hijo. De todas maneras seguí adelante e hice unas prácticas en uno de los mejores hospitales de Gran Bretaña. Era muy afortunado. Trabajé con un equipo de profesionales increíblemente talentosos y compasivos. Pero, sobre todo, perfectamente capacitados y especializados.
Soon after my training, I found myself working first in Zimbabwe and then in India, and I was confronted by an altogether new reality. This was a reality of a world in which there were almost no mental health professionals at all. In Zimbabwe, for example, there were just about a dozen psychiatrists, most of whom lived and worked in Harare city, leaving only a couple to address the mental health care needs of nine million people living in the countryside.
Poco después, comencé a trabajar en Zimbabue y luego en India, donde me encontré con una realidad totalmente nueva. Un mundo en donde casi no había profesionales del campo de la salud mental. En Zimbabue sólo había aproximadamente una docena de psiquiatras y la mayoría de ellos vivían y trabajaban en la ciudad de Harare, por lo que sólo unos pocos atendían las necesidades de cuidado mental de los 9 millones de personas que vivían en el campo.
In India, I found the situation was not a lot better. To give you a perspective, if I had to translate the proportion of psychiatrists in the population that one might see in Britain to India, one might expect roughly 150,000 psychiatrists in India. In reality, take a guess. The actual number is about 3,000, about two percent of that number.
En India la situación no era muy diferente. Para que se hagan una idea, si tuviera que traducir el porcentaje de psiquiatras que hay en Gran Bretaña, habría unos 150 000 psiquiatras en India. Pero adivinen cuántos psiquiatras hay. Son sólo unos 3000, sólo el 2 % de los que debiera haber.
It became quickly apparent to me that I couldn't follow the sorts of mental health care models that I had been trained in, one that relied heavily on specialized, expensive mental health professionals to provide mental health care in countries like India and Zimbabwe. I had to think out of the box about some other model of care.
Rápidamente me di cuenta de que para ofrecer cuidados de salud mental en países como India y Zimbabue, no podía seguir los modelos que había estudiado, porque dependían en gran medida de especialistas caros. Tenía que innovar y cear otro modelo.
It was then that I came across these books, and in these books I discovered the idea of task shifting in global health. The idea is actually quite simple. The idea is, when you're short of specialized health care professionals, use whoever is available in the community, train them to provide a range of health care interventions, and in these books I read inspiring examples, for example of how ordinary people had been trained to deliver babies, diagnose and treat early pneumonia, to great effect. And it struck me that if you could train ordinary people to deliver such complex health care interventions, then perhaps they could also do the same with mental health care.
Ahí fue cuando encontré estos libros y descubrí en la salud mundial, la idea de delegar tareas. La idea es muy simple. Cuando hay escasez de especialistas en cuidados médicos, cualquiera que esté disponible puede ayudar, sólo los tienen que entrenar para realizar algunas intervenciones. En estos libros encontré ejemplos inspiradores. Por ejemplo, cómo entrenaron a personas comunes y corrientes para ayudar en los partos, o diagnosticar y tratar neumonía, con buenos resultados. Si se puede entrenar a personas corrientes para realizar intervenciones médicas tan complejas, posiblemente podría hacer lo mismo con la salud mental.
Well today, I'm very pleased to report to you that there have been many experiments in task shifting in mental health care across the developing world over the past decade, and I want to share with you the findings of three particular such experiments, all three of which focused on depression, the most common of all mental illnesses. In rural Uganda, Paul Bolton and his colleagues, using villagers, demonstrated that they could deliver interpersonal psychotherapy for depression and, using a randomized control design, showed that 90 percent of the people receiving this intervention recovered as compared to roughly 40 percent in the comparison villages. Similarly, using a randomized control trial in rural Pakistan, Atif Rahman and his colleagues showed that lady health visitors, who are community maternal health workers in Pakistan's health care system, could deliver cognitive behavior therapy for mothers who were depressed, again showing dramatic differences in the recovery rates. Roughly 75 percent of mothers recovered as compared to about 45 percent in the comparison villages. And in my own trial in Goa, in India, we again showed that lay counselors drawn from local communities could be trained to deliver psychosocial interventions for depression, anxiety, leading to 70 percent recovery rates as compared to 50 percent in the comparison primary health centers.
Hoy me complace informarles de que en la última década se ha experimentado mucho con la delegación de funciones en el campo de la salud mental, en el mundo en vías de desarrollo. Me gustaría compartir con ustedes los hallazgos de tres experimentos en particular enfocados en la depresión, la enfermedad mental más común. En la Uganda rural, Paul Bolton y sus colegas demostraron que los lugareños podían realizar una psicoterapia interpersonal para la depresión y, mediante un control aleatorio, demostraron que el 90 % de las personas que fueron tratadas se recuperaron frente al 40 % del grupo de control. Así, mediante un ensayo de control aleatorio en la parte rural de Pakistán, Atif Rahman y sus colegas demostraron que las asistentas de maternidad en el sistema de salud de Pakistán podían ofrecer terapia cognitiva conductual para las madres que estuvieran deprimidas, demostrando drásticas diferencias en las tasas de recuperación. Más o menos el 75 % de madres se recuperaron, frente al 45 % en los pueblos de control. En mi propio ensayo en Goa, India, nuevamente demostramos que los consejeros profanos de comunidades locales podían ser entrenados para realizar intervenciones psicosociales para la depresión y la ansiedad, aumentando a un 70 % las tasas de recuperación, frente al 50 % de los centros de atención primaria.
Now, if I had to draw together all these different experiments in task shifting, and there have of course been many other examples, and try and identify what are the key lessons we can learn that makes for a successful task shifting operation, I have coined this particular acronym, SUNDAR. What SUNDAR stands for, in Hindi, is "attractive." It seems to me that there are five key lessons that I've shown on this slide that are critically important for effective task shifting. The first is that we need to simplify the message that we're using, stripping away all the jargon that medicine has invented around itself. We need to unpack complex health care interventions into smaller components that can be more easily transferred to less-trained individuals. We need to deliver health care, not in large institutions, but close to people's homes, and we need to deliver health care using whoever is available and affordable in our local communities. And importantly, we need to reallocate the few specialists who are available to perform roles such as capacity-building and supervision.
Si tuviera que unir todos estos experimentos sobre la delegación de tareas (y claramente existen muchos otros ejemplos) e intentar identificar cuáles son las lecciones importantes que podemos aprender, que contribuyan a una delegación de tareas exitosa... He acuñado este particular acrónimo: SUNDAR. SUNDAR en hindi significa <i>atractivo</i>. Me parece que en esta diapositiva muestro cinco lecciones realmente importantes para una delegación de tareas eficaz. La primera es que necesitamos simplificar el mensaje que estamos utilizando, quitando toda la jerga que la medicina ha inventado. Tenemos que dividir los componentes complejos de las intervenciones en unidades pequeñas para que los individuos menos capacitados puedan ejecutarlos más fácilmente. Necesitamos otorgar cuidados médicos no en grandes instituciones, sino más cerca de los hogares y necesitamos utilizar a quien esté disponible en nuestras comunidades locales. Aún más importante, tenemos que reasignar a los pocos especialistas disponibles para realizar labores de desarrollo de capacidades y supervisión.
Now for me, task shifting is an idea with truly global significance, because even though it has arisen out of the situation of the lack of resources that you find in developing countries, I think it has a lot of significance for better-resourced countries as well. Why is that? Well, in part, because health care in the developed world, the health care costs in the [developed] world, are rapidly spiraling out of control, and a huge chunk of those costs are human resource costs. But equally important is because health care has become so incredibly professionalized that it's become very remote and removed from local communities. For me, what's truly sundar about the idea of task shifting, though, isn't that it simply makes health care more accessible and affordable but that it is also fundamentally empowering. It empowers ordinary people to be more effective in caring for the health of others in their community, and in doing so, to become better guardians of their own health. Indeed, for me, task shifting is the ultimate example of the democratization of medical knowledge, and therefore, medical power.
Para mí, la delegación de tareas es una idea con una relevancia realmente mundial porque, aunque han surgido del problema de la falta de recursos que existen en los países en vía de desarrollo, también es muy importante para los países con mejores recursos. ¿Por qué? En parte, porque la salud en los países desarrollados, los costos de salud en los países [desarrollados], están saliéndose de control rápidamente y gran parte de esos costos son humanos. También es importante porque la salud se ha convertido en una profesión increíblemente especializada y se ha alejado de las comunidades locales. Para mí, lo que es realmente "sundar" acerca de la idea de delegar tareas, no es sólo que hace que la salud sea más accesible y más económica, sino que también es fundamentalmente fortalecedora. Motiva a las personas comunes y corrientes a interesarse por la salud de los otros en su comunidad. Así, se convierten en mejores protectores de su propia salud. Para mí, la delegación de tareas es el ejemplo más reciente de la democratización del conocimiento médico y, así, del poder médico.
Just over 30 years ago, the nations of the world assembled at Alma-Ata and made this iconic declaration. Well, I think all of you can guess that 12 years on, we're still nowhere near that goal. Still, today, armed with that knowledge that ordinary people in the community can be trained and, with sufficient supervision and support, can deliver a range of health care interventions effectively, perhaps that promise is within reach now. Indeed, to implement the slogan of Health for All, we will need to involve all in that particular journey, and in the case of mental health, in particular we would need to involve people who are affected by mental illness and their caregivers.
Apenas hace 30 años, los países del mundo se reunieron en Alma-Ata y emitieron esta simbólica declaración. Creo que todos pueden imaginar que tras 12 años, aún no estamos ni cerca de ese objetivo. Sin embargo, sabiendo que las personas comunes y corrientes de una comunidad pueden ser capacitadas y, con la supervisión adecuada y el apoyo, pueden realizar una ciertas intervenciones médicas con buenos resultados, quizás ahora esa promesa esté al alcance. De hecho, para implementar la iniciativa de "Salud para todos", necesitaremos incluir a todos en ese paso particular. Yy en el caso de la salud mental, necesitaremos incluir a las personas que padecen una enfermedad mental y a sus enfermeros.
It is for this reason that, some years ago, the Movement for Global Mental Health was founded as a sort of a virtual platform upon which professionals like myself and people affected by mental illness could stand together, shoulder-to-shoulder, and advocate for the rights of people with mental illness to receive the care that we know can transform their lives, and to live a life with dignity.
Es por esta razón que, hace unos años, el Movimiento por la Salud Mental Mundial se fundó como un tipo de plataforma virtual en la que los profesionales como yo y las personas que padecen una enfermedad mental, puedan luchar juntos, hombro con hombro, y defender los derechos de las personas con una enfermedad mental para que reciban los cuidados que sabemos que pueden transformar sus vidas y que vivan sus vidas con dignidad.
And in closing, when you have a moment of peace or quiet in these very busy few days or perhaps afterwards, spare a thought for that person you thought about who has a mental illness, or persons that you thought about who have mental illness, and dare to care for them. Thank you. (Applause) (Applause)
Para concluir, cuando tengan un momento de paz o tranquilidad en estos pocos días muy ocupados, o quizás después, dediquen un momento a pensar en la persona o en las personas que recordaron que tienen una enfermedad mental y atrévanse a cuidarlos. Gracias. (Aplausos) (Aplausos)