This transmission is for future generations. As it stands, a small sliver of humanity is currently imposing their visions on the rest of us. They invest in space travel and AI superintelligence and underground bunkers, while casting health care and housing for all as outlandish and unimaginable. These futurists let their own imaginations run wild when it comes to bending material and digital realities, but their visions grow limp when it comes to transforming our social reality so that everyone has the chance to live a good and meaningful life.
Esta transmisión es para las generaciones futuras. Tal como están las cosas, una pequeña parte de la humanidad nos está imponiendo sus visiones al resto de nosotros. Invierten en viajes espaciales y en superinteligencia artificial y en búnkeres subterráneos, al tiempo que consideran que la atención médica y la vivienda para todos son extravagantes e inimaginables. Estos futuristas dan rienda suelta a su imaginación cuando se trata de modificar la realidad material y la digital, pero sus visiones se debilitan si se trata de transformar nuestra realidad social para que todos tengamos la oportunidad de vivir una vida buena y significativa.
We are in many ways trapped inside the lopsided imagination of those who monopolize power and resources to benefit the few at the expense of the many. And as I see it, there are two stories these monopolists sell us about what the future holds.
En muchos sentidos, estamos atrapados en la imaginación desequilibrada de quienes monopolizan el poder y los recursos en beneficio de unos pocos a expensas de la mayoría. En mi opinión, hay dos historias que estos monopolistas nos venden sobre lo que depara el futuro.
The first is the Silicon Valley version, in which all our preferences are tracked and desires catered to. Chatbots, virtual assistants, driverless cars at our beck and call. All our wants and needs met in an instant. This is their utopia, where technology is our savior, a future where our automated offspring know us better than we know ourselves. Ease and convenience, just a click away. And in their wildest dreams, we merge with technology, optimizing our potential to be stronger, smarter, superhuman.
La primera es la versión de Silicon Valley, en la que se registran todas nuestras preferencias y se atienden todos nuestros deseos. Chatbots, asistentes virtuales, coches sin conductor a nuestra entera disposición. Todos nuestros deseos y necesidades se cumplen en un instante. Esta es su utopía, donde la tecnología es nuestra salvadora, un futuro en el que nuestros hijos automatizados nos conocen mejor que nosotros mismos. Facilidad y comodidad, a solo un clic de distancia. Y en sus sueños más locos, nos fusionamos con la tecnología, optimizando nuestro potencial para ser más fuertes, inteligentes y sobrehumanos.
The other story, preferred by Hollywood, is grittier, more chaotic. Conflict and competition run rampant. It's "Hunger Games" meets "Blade Runner" meets "The Matrix." People are ruthless and unpredictable. Inequality and precarity are permanent features in our lives. In this dystopian vision, technology is our slayer, displacing and dominating humanity.
La otra historia, la preferida de Hollywood, es más descarnada, más caótica. El conflicto y la competencia abundan. Es “Los juegos del hambre”, “Blade Runner” y “The Matrix”. La gente es despiadada e impredecible. La desigualdad y la precariedad son características permanentes de nuestras vidas. En esta visión distópica, la tecnología es nuestra asesina, desplazando y dominando a la humanidad.
And while these sound like opposing narratives, they have different endings for sure, one in which we're saved, one in which we're slayed, they actually share an underlying logic. And in both, we give up power. Both stories assume technology is in the driver's seat, propelled by a will of its own. In the utopic and dystopic stories, technology impacts us for better or worse. But our impact on technology, the human inputs, shall we say, are missing. The values, assumptions, interests and needs that shape our digital and physical worlds are nowhere to be seen. To move forward, we have to pull back the screen. Rather than agonizing about a coming dystopia or longing for a future utopia, we have to reckon with ustopia.
Y aunque suenan como narrativas opuestas, no cabe duda de que tienen finales diferentes: uno en el que nos salvamos y otro en el que nos matan, en realidad comparten una lógica subyacente. Y en ambos casos, cedemos el poder. Ambas historias suponen que la tecnología está al mando impulsada por una voluntad propia. En las historias utópicas y distópicas, la tecnología nos afecta para bien o para mal. Pero nuestro impacto en la tecnología, los aportes humanos, por así decirlo, faltan. Los valores, las suposiciones, los intereses y las necesidades que dan forma a nuestro mundo digital y físico no se ven por ningún lado. Para avanzar, tenemos que hacer retroceder la pantalla. En lugar de angustiarnos por una distopía que se avecina o anhelar una utopía futura, tenemos que tener en cuenta la us-topía.
Ustopia is a word I'm borrowing from Margaret Atwood to describe the fact that the future is us. However loathsome or loving we are, so will we be. Whereas utopias are the stuff of dreams, dystopias, the stuff of nightmares, ustopias are what we create together when we're wide awake. Ustopias invite us into a collective imagination in which we still have tensions, but where everyone has what they need to thrive.
Us-topia es una palabra que tomo prestada de Margaret Atwood para describir el hecho de que el futuro somos nosotros, ‘us’ en inglés. Por muy aborrecibles o cariñosos que seamos, también lo seremos. Mientras que las utopías son materia de sueños, distopías, materia de pesadillas, us-topías son lo que creamos juntos cuando estamos completamente despiertos. Las us-topias nos invitan a entrar en un imaginario colectivo en el que aún tenemos tensiones, pero en el que todos tienen lo que necesitan para prosperar.
When I was a grad student at UC Berkeley in the early 2000s, I witnessed firsthand how innovation often deepens social inequity. As the tech sector grew, people who had lived in the Bay area for generations were displaced and discarded. At the time, I was researching the social dimensions of biotechnology. As I observed scientists growing heart cells using pluripotent stem cells beating in a petri dish, I thought about how hard it is to grow empathy for other human beings in our everyday lives. Here were billions of dollars being poured into the future of medicine, but health care for all was somehow far-fetched. This is what I mean by a lopsided imagination, where we can imagine regenerating sick bodies but not an ailing body politic.
Cuando era estudiante de posgrado en la Universidad de California en Berkeley a principios de la década de 2000, vi de primera mano cómo la innovación a menudo profundiza la inequidad social. A medida que crecía el sector tecnológico, las personas que habían vivido en el área de la Bahía durante generaciones fueron desplazadas y descartadas. En ese momento, estaba investigando las dimensiones sociales de la biotecnología. Mientras observaba a unos científicos cultivar células cardíacas utilizando células madre pluripotentes que latían en una placa de Petri, pensé en lo difícil que es desarrollar la empatía por otros seres humanos en nuestra vida cotidiana. Se estaban invirtiendo miles de millones de dólares en el futuro de la medicina, pero la atención médica para todos era, en cierto modo, exagerada. Esto es lo que quiero decir con una imaginación desequilibrada, en la que podemos imaginarnos la regeneración de cuerpos enfermos, pero no un cuerpo político enfermo.
Utopias require inequality and exclusion. Ustopias center collective well-being over gross concentrations of wealth. They're built on an understanding that all of our struggles, from climate justice to racial justice, are interconnected. That we are interconnected.
Las utopías requieren desigualdad y exclusión. Las us-topias centran el bienestar colectivo sobre las grandes concentraciones de riqueza. Se basan en el entendimiento de que todas nuestras luchas, desde la justicia climática hasta la justicia racial, están interconectadas. Que nosotros estamos interconectados.
Take what's happening in Barcelona, Spain, where a large-scale participatory experiment has been underway for almost ten years now using a digital platform called “Decidim,” which means "we decide" in Catalan, alongside in-person neighborhood-level deliberations to create policies that respond to people's actual needs.
Tomemos un ejemplo de Barcelona, donde desde hace casi diez años se lleva a cabo un experimento participativo a gran escala que utiliza una plataforma digital llamada “Decidim”, que significa “nosotros decidimos” en catalán, junto con deliberaciones presenciales a nivel de vecindario para crear políticas que respondan a las necesidades reales de las personas.
And the thing is, technology companies are not driving what's happening.
Y es que las empresas de tecnología no son las que impulsan
The collective intelligence of people from all walks of life are. Proponents call it a “New Deal on Data” that recognizes data sovereignty, privacy, collective rights to data. Decidim is open-source software, so it's already been adapted and used in over 80 other cities, guaranteeing public transparency in a way commercial platforms don't. Once you install Decidim, you can create, comment, consult on ideas and track what happens in real time. Over 40,000 residents have submitted proposals on everything from affordable housing to air quality, and about 70 percent of the government's action plan have been derived directly from these proposals.
lo que está sucediendo. La inteligencia colectiva de personas de todos los ámbitos de la vida sí lo es. Los defensores lo llaman un “nuevo acuerdo sobre datos” que reconoce la soberanía de los datos, la privacidad, derechos colectivos a los datos. Decidim es un software de código abierto, por lo que ya se ha adaptado y utilizado en más de 80 ciudades, lo que garantiza la transparencia pública de una manera que no lo hacen las plataformas comerciales. Una vez que instales Decidim, puedes crear, comentar, consultar ideas y seguir lo que sucede en tiempo real. Más de 40 000 residentes han presentado propuestas sobre diversos temas, desde viviendas asequibles hasta la calidad del aire, y alrededor del 70 % del plan de acción del gobierno se ha derivado directamente de estas propuestas.
(Applause)
(Aplausos)
Take “Superblocks,” an initiative to cut carbon emissions and improve air quality, where 12 city districts have been closed to through traffic so the interior blocks are more hospitable to pedestrians, cyclists, more green space. On the Barcelona coastline, another initiative is underway in which residents are working to make it more accessible to locals, rather than simply a playground for elites and cruise ships.
Tomemos como ejemplo las “supermanzanas”, una iniciativa para reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire, en la que se han cerrado 12 distritos de la ciudad al tráfico de manera que las manzanas interiores sean más acogedoras para los peatones y ciclistas y cuenten con más espacios verdes. En la costa de Barcelona, se está llevando a cabo otra iniciativa en la que los residentes están trabajando para que sea más accesible para los lugareños, en lugar de ser simplemente un patio de recreo para las élites y los cruceros.
Notice how different this is than the typical top-down, "we know best" approach to shaping the future. Like what happened with Sidewalk Labs in Toronto, Google's urban development smart city play that would have collected masses of data data in order to create more efficient and convenient city services. But which in the end was tech-driven rather than people-driven. Sidewalk Labs staged public input sessions in order to appear responsive to residents' concerns about the newfangled surveillance that would have been embedded into the Quayside neighborhood. But people saw through the proposal and put an end to the development.
Observen lo diferente que es esto del típico enfoque de arriba hacia abajo, de «nosotros sabemos mejor», para dar forma al futuro. Como ocurrió con Sidewalk Labs en Toronto, la plataforma de desarrollo urbano inteligente de Google que habría recopilado una gran cantidad de datos para crear servicios urbanos más eficientes y prácticos. Pero, al final, fue impulsado por la tecnología más que por las personas. Sidewalk Labs organizó sesiones de opinión del público para responder a las preocupaciones de los residentes sobre la novedosa vigilancia que se habría incorporado al vecindario de Quayside. Pero la gente se dio cuenta de la propuesta y puso fin al desarrollo.
In fact, there are ustopias taking shape right here in Atlanta. Known by some as Silicon Peach or Techlanta, because it’s the fastest-growing urban tech hub in the country, it’s also the city with the highest income inequality in the nation. Which shouldn't surprise us when we remember that the fantasies of some are so often the nightmares of others. In many places, tech booms actually exacerbate inequality, increasing the cost of living, displacing local residents and creating high tech tools for surveillance and social control.
De hecho, hay us-topías que están tomando forma aquí mismo en Atlanta. Conocida por algunos como Silicon Peach o Techlanta, por ser el centro tecnológico urbano de más rápido crecimiento del país, también es la ciudad con la mayor desigualdad de ingresos del país. Lo cual no debería sorprendernos si recordamos que las fantasías de algunos son con frecuencia las pesadillas de otros. En muchos lugares, los auges tecnológicos en realidad exacerban la desigualdad, aumentan el costo de la vida, desplazan a los residentes locales y crean herramientas de alta tecnología para la vigilancia y el control social.
But that's only half of the story. Because here in Atlanta, and in many other locales, we're also witnessing a historic mobilization of residents, creating ustopias that prioritize people over profit, public goods over policing. It started a few years ago, when Atlanta officials announced plans to build Cop City, a massive 90-million-dollar facility that would have trained police from all over the country. The development would include cutting down Weelaunee Forest, one of the four lungs of Atlanta that protects against heat waves and floods, and which is located next to a predominantly Black working-class community. But ATLiens were having none of it.
Pero eso es solo la mitad de la historia. Porque aquí en Atlanta, y en muchos otros lugares, también estamos presenciando una movilización histórica de los residentes, creando utopías que priorizan a las personas por encima de las ganancias y a los bienes públicos por encima de la policía. Todo comenzó hace unos años, cuando las autoridades de Atlanta anunciaron planes para construir Cop City, una enorme instalación de USD 90 millones que habría entrenado a policías de todo el país. El desarrollo incluiría la tala del bosque de Weelaunee, uno de los cuatro pulmones de Atlanta que protege contra las olas de calor y las inundaciones, y que está ubicado junto a una comunidad de clase trabajadora predominantemente negra. Pero los extraterrestres no tenían nada de eso.
(Cheers and applause)
(Vítores y aplausos)
Utilizing direct action, digital tools, a broad coalition has formed to push back against the militarizing imagination of the city. Atlanta's forest defenders remind us that true community safety relies on connection, not cops. On public goods, like housing and health care, not punishment. They understand that protecting people and the planet go hand in hand. From college students to clergy, environmental activists to Indigenous elders, they’re inviting us into a collective imagination in which our ecological and our social well-being go hand in hand. An ustopia right in our own backyards.
Utilizando la acción directa y las herramientas digitales, se ha formado una amplia coalición para hacer frente a la imaginación militarizadora de la ciudad. Los defensores de los bosques de Atlanta nos recuerdan que la verdadera seguridad de las comunidades depende de la conexión, no de la policía. Sobre los bienes públicos, como la vivienda y la atención médica, no sobre el castigo. Entienden que proteger a las personas y al planeta va de la mano. Desde estudiantes universitarios hasta miembros del clero, desde activistas ambientales hasta ancianos indígenas, nos invitan a formar parte de un imaginario colectivo en el que nuestro bienestar ecológico y social van de la mano. Una us-topia en nuestros propios patios traseros.
And even children are pushing back against the lopsided imagination of city officials. Like one who asked, "What did cops do to deserve a playground?" As they sat in the kids zone outside of the city council meeting where hundreds of people had showed up to speak out against Cop City. Together, they're reminding us that deadly systems may seem durable, but they're not inevitable. And we don’t simply have to click: submit. We can each work to strengthen the social fabric in our own locale and create a shared vision in which no one is left behind. We can follow the example of data justice organizers in Barcelona, forest defenders in Atlanta, imagining and crafting the worlds we cannot live without, just as we dismantle the ones we cannot live within.
E incluso los niños están oponiéndose a la descabellada imaginación de los funcionarios municipales. Como alguien que preguntó: “¿Qué hicieron los policías para merecer un patio de recreo?” Mientras estaban sentados en la zona infantil frente a la reunión del consejo municipal, donde cientos de personas se habían presentado para hablar en contra de Cop City. Juntos, nos recuerdan que los sistemas mortíferos pueden parecer duraderos, pero no son inevitables. Y no tenemos que hacer clic simplemente en “enviar”. Cada uno de nosotros puede trabajar para fortalecer el tejido social en su propia región y crear una visión compartida en la que nadie se quede atrás. Podemos seguir el ejemplo de los organizadores de la justicia basada en datos en Barcelona y los defensores de los bosques en Atlanta, imaginando y creando mundos sin los que no podemos vivir, del mismo modo que desmantelamos aquellos en los que no podemos vivir.
The first step is to stop policing the borders of our own imagination. A world without prisons? Ridiculous. Schools that foster the genius of every child? Naive. Work that doesn't drive us into the grave? Impossible. A society where everyone has food, shelter, love? In your dreams. Exactly.
El primer paso es dejar de vigilar las fronteras de nuestra propia imaginación. ¿Un mundo sin prisiones? Ridículo. ¿Escuelas que fomentan la genialidad de todos los niños? Ingenuo. ¿Trabajo que no nos lleve a la tumba? Imposible. ¿Una sociedad en la que todos tengamos comida, refugio, amor? ¡En tus sueños! Exactamente.
(Applause)
(Aplausos)