Your heart beats more than 100,000 times a day. In just a minute, it pumps over five liters of blood throughout your body. But unlike skin and bones, the heart has a limited ability to repair itself. So if this organ is severely damaged, there’s often only one medical solution: replacing it. Today, nearly 3,500 heart transplants are performed each year in a complex and intricate procedure with no room for error.
El corazón late más de 100 000 veces al día. En solo un minuto, bombea más de cinco litros de sangre por todo el cuerpo. Pero a diferencia de la piel y los huesos, el corazón tiene una capacidad limitada para repararse a sí mismo. Entonces, si este órgano está gravemente dañado, a menudo solo hay una solución médica: reemplazarlo. En la actualidad, cada año se realizan cerca de 3500 trasplantes de corazón en un procedimiento complejo e intrincado que no admite errores.
The process begins by testing potential recipients to ensure they’re healthy enough for this demanding operation. Doctors are especially concerned with identifying immunocompromising illnesses or any other conditions that could compromise a patient's chance of survival.
El proceso comienza evaluando a los posibles receptores para garantizar que estén lo suficientemente sanos para esta exigente operación. Los médicos están especialmente preocupados por identificar enfermedades inmunocomprometidas o cualquier otra condición que pueda comprometer las posibilidades de supervivencia de un paciente.
The next step is to match an eligible recipient with a heart donor. Donors are often comatose patients with no chance of being resuscitated or victims of a fatal event whose hearts are still healthy. In both cases, these patients need to be registered as an organ donor or have their families give consent. And even when a heart is available, surgeons can’t just pair any donor with any recipient. The recipient’s immune system will view a transplanted heart as a foreign organism that must be attacked. So doctors need to match recipients with donors that share their blood type and have similar antigens.
El siguiente paso es hacer coincidir a un receptor elegible con un donante de corazón. Los donantes suelen ser pacientes en coma sin posibilidades de ser resucitados o víctimas de un evento fatal cuyos corazones aún están sanos. En ambos casos, estos pacientes necesitan estar registrados como donantes de órganos o que sus familiares den su consentimiento. E incluso cuando hay un corazón disponible, los cirujanos no pueden emparejar a cualquier donante con cualquier receptor. El sistema inmunológico del receptor verá un corazón trasplantado como un organismo extraño que debe ser atacado. Por lo tanto, los médicos deben emparejar a los receptores con donantes que compartan su tipo de sangre y tengan antígenos similares.
If a match can be made, the surgery can begin. Once the donor's heart is confirmed to be healthy, the organ is immersed in an ice slush and injected with a solution to induce cardiac arrest. These treatments stop the heart from pumping to ensure it can be removed cleanly. Surgeons then place the organ in a mix of cold saline and preservation solution.
Si se puede hacer una coincidencia, la cirugía puede comenzar. Una vez que se confirma que el corazón del donante está sano, el órgano se sumerge en hielo granizado y se le inyecta una solución para inducir un paro cardíaco. Estos tratamientos detienen el bombeo del corazón para garantizar que se pueda extraer limpiamente. Luego, los cirujanos colocan el órgano en una mezcla de solución salina fría y solución de conservación.
This is when the clock starts. Disconnected from its blood supply, the heart’s cells start taking on damage from lack of oxygen. The organ will only remain viable outside the body for a few hours, so it needs to reach its recipient as fast as possible.
Aquí es cuando el reloj comienza. Desconectadas de su suministro de sangre, las células del corazón comienzan a sufrir daños por falta de oxígeno. El órgano solo permanecerá viable fuera del cuerpo durante unas pocas horas, por lo que debe llegar a su destinatario lo más rápido posible.
Once the heart arrives, the recipient is put under general anesthesia. The surgeon makes an incision down the length of the chest, cutting through the breastbone to separate the rib cage and expose the heart. To keep blood flowing while they remove the damaged organ, surgeons use a cardiopulmonary bypass machine. This takes over the heart's job, generating enough force to push blood through the patient's circulatory system.
Una vez que llega el corazón, el receptor se somete a anestesia general. El cirujano hace una incisión a lo largo del tórax, cortando el esternón para separar la caja torácica y exponer el corazón. Para mantener el flujo de sangre mientras extraen el órgano dañado, los cirujanos usan una máquina de derivación cardiopulmonar. Esto se hace cargo del trabajo del corazón, generando suficiente fuerza para empujar la sangre a través del sistema circulatorio del paciente.
After the old heart is removed, the surgeon begins sewing the donor heart into place. This is an incredibly precise process, where each blood vessel and artery must be carefully attached to avoid leaks. The procedure can last several hours, potentially longer if there’s scar tissue from previous surgeries. Once it’s finished, the bypass machine is turned off and blood is allowed to flow into the aorta. Doctors carefully monitor the new heart to ensure it’s beating on its own before sewing the recipient back up.
Después de extraer el corazón viejo, el cirujano comienza a coser el corazón del donante en su lugar. Este es un proceso increíblemente preciso, en el que cada vaso sanguíneo y cada arteria se deben unir con cuidado para evitar fugas. El procedimiento puede durar varias horas, potencialmente más si hay tejido cicatricial de cirugías anteriores. Una vez que termina, la máquina de derivación se apaga y se permite que la sangre fluya hacia la aorta. Los médicos monitorean cuidadosamente el nuevo corazón para asegurarse de que esté latiendo por sí solo antes de volver a coser al receptor.
Even after the procedure is complete, there's still work to be done. Surgeons are unable to directly connect the heart to the recipient’s nervous system, and it can take years for the body to fully innervate the new organ. During this period, the transplanted organ has a higher resting heart rate and risk of stroke, making exercise difficult and dangerous. And since it’s incredibly rare to find a perfect match between donor and recipient, the immune system will also have some response to the new heart. Immunosuppressive drugs can help manage the risk of rejection, but they also leave patients open to contracting dangerous infections. It requires constant monitoring and testing to balance these two concerns.
Incluso después de completar el procedimiento, aún queda trabajo por hacer. Los cirujanos no pueden conectar directamente el corazón con el sistema nervioso del receptor, y el cuerpo puede tardar años en inervar completamente el nuevo órgano. Durante este período, el órgano trasplantado tiene una mayor frecuencia cardíaca en reposo y riesgo de accidente cerebrovascular, lo que hace que el ejercicio sea difícil y peligroso. Y dado que es increíblemente raro encontrar una compatibilidad perfecta entre el donante y el receptor, el sistema inmunitario también tendrá alguna respuesta al nuevo corazón. Los medicamentos inmunosupresores pueden ayudar a controlar el riesgo de rechazo, pero también dejan a los pacientes expuestos a contraer infecciones peligrosas. Requiere monitoreo y pruebas constantes para equilibrar estas dos preocupaciones.
Despite these challenges, about 70% of heart transplant recipients survive for at least five years after the operation, and just over 20% live another 20 years. So when this procedure is successful, it's truly lifesaving. Unfortunately, people in developing countries are often unable to access this surgery, and many viable hearts can’t be donated due to legal and regulatory issues. Thousands of people remain on waiting lists, and many are never able to find a suitable donor.
A pesar de estos desafíos, alrededor del 70 % de los receptores de trasplantes de corazón sobreviven al menos cinco años después de la operación, y poco más del 20 % vive otros 20 años. Entonces, cuando este procedimiento tiene éxito, realmente salva vidas. Desafortunadamente, las personas en los países en desarrollo a menudo no pueden acceder a esta cirugía, y muchos corazones viables no pueden donarse debido a problemas legales y reglamentarios. Miles de personas permanecen en listas de espera y muchas nunca pueden encontrar un donante adecuado.