There's a big question at the center of life in our democracies today: How do we fight terror without destroying democracies, without trampling human rights?
Hay una gran pregunta en el centro de la vida en nuestras democracias de hoy: ¿Cómo luchar contra el terrorismo sin destruir las democracias, sin pisotear los Derechos Humanos?
I've spent much of my career working with journalists, with bloggers, with activists, with human rights researchers all around the world, and I've come to the conclusion that if our democratic societies do not double down on protecting and defending human rights, freedom of the press and a free and open internet, radical extremist ideologies are much more likely to persist.
He pasado gran parte de mi carrera trabajando con periodistas, con blogueros, con activistas, con investigadores de Derechos Humanos de todo el mundo, y he llegado a la conclusión de que, si nuestras sociedades democráticas miran hacia abajo para proteger y defender los Derechos Humanos, la libertad de prensa y una Internet libre y abierta, las ideologías extremistas radicales serán mucho más propensas a persistir.
(Applause)
(Aplausos)
OK, all done. Thank you very much. No, just joking.
Bien, ya está todo hecho. Muchas gracias. No, era solo una broma.
(Laughter)
(Risas)
I actually want to drill down on this a little bit.
En realidad, quiero profundizar en esto un poco.
So, one of the countries that has been on the frontlines of this issue is Tunisia, which was the only country to come out of the Arab Spring with a successful democratic revolution. Five years later, they're struggling with serious terror attacks and rampant ISIS recruitment. And many Tunisians are calling on their government to do whatever it takes to keep them safe.
Uno de los países que ha estado en la vanguardia de este tema es Túnez, el único país que ha surgido de la Primavera Árabe con una revolución democrática exitosa. Cinco años después, está luchando contra ataques terroristas graves y contra el desenfrenado reclutamiento de DAESH. Y muchos tunecinos piden a su gobierno hacer lo que sea necesario para mantenerlos a salvo.
Tunisian cartoonist Nadia Khiari has summed up the situation with this character who says, "I don't give a damn about human rights. I don't give a damn about the revolution. I don't give a damn about democracy and liberty. I just want to be safe."
La dibujante tunecina Nadia Khiari ha resumido la situación con este personaje que dice: "Me importan un bledo los Derechos Humanos. Me importa un bledo la revolución. Me importa un bledo la democracia y la libertad. Yo solo quiero estar seguro".
"Satisfied?" asked his jailer. "You're safe now."
"¿Satisfecho?" Le preguntó su carcelero. "Ahora estás a salvo".
If the Tunisian people can figure out how to deal with their terrorism problem without ending up in this place, they will be a model not only for their region, but for all of us.
Si el pueblo tunecino pueden averiguar cómo hacer frente a su problema de terrorismo sin terminar en este lugar, será un modelo no solo para su región, sino para todos nosotros.
The reality is that civil society, journalists and activists are coming under attack from extremist groups on the one hand, and, in many countries, also from their own governments. We're seeing bloggers and journalists being jailed, charged and intimidated by their own governments, many of which are allies with the West in the war on terror.
La realidad es que la sociedad civil, periodistas y activistas se encuentran bajo la amenaza de grupos extremistas, por un lado, y, en muchos países, también de sus propios gobiernos. Vemos que blogueros y periodistas están siendo encarcelados, acusados e intimidados por sus propios gobiernos, muchos aliados con Occidente en la guerra contra el terrorismo.
Just three examples. A friend and former colleague of mine, Hisham Almiraat, has been charged with threatening state security, along with six other activists in Morocco. The Saudi blogger Raif Badawi has been jailed and flogged for insulting Islam and criticizing the Saudi regime on his blog. More recently, the Turkish representative for Reporters Without Borders, Erol Önderoglu, has been detained and charged with spreading terrorist propaganda, because he and some other activists have been supporting Kurdish media.
Veamos solo tres ejemplos. Un amigo y excolega mío, Hisham Almiraat, ha sido acusado de poner la seguridad del estado en peligro, junto con otros seis activistas en Marruecos. El bloguero saudita Raif Badawi ha sido encarcelado y azotado por insultar al Islam y ser crítico con el régimen de Arabia en su blog. Más recientemente, el representante turco de Reporteros sin Fronteras, Erol Önderoglu, ha sido detenido y acusado de difundir propaganda terrorista, porque él y otros activistas han apoyado los medios de comunicación kurdos.
Anti-terror measures quickly turn into state repression without strong protection for minority communities and for peaceful debate; this needs to be supported by a robust, independent local media.
Las medidas antiterroristas rápidamente se convierten en represión de Estado sin una fuerte protección para las comunidades minoritarias y para el debate pacífico. Esto debe apoyarse por sólidos medios de comunicación locales e independientes.
But while that's not really happening, Washington is teaming up with Silicon Valley and with Hollywood to pour millions -- hundreds of millions of dollars -- into what's called "counter-messaging," a fancy word for propaganda. To counter the terrorist propaganda spreading all over the internet, in Europe, Internet Referral Units are being set up, so that people can report on extremist content that they find and get it censored. The problem is, that all of this propaganda, monitoring and censorship completely fails to make up for the fact that the people who are the most credible voices, who can present credible ideas and alternative solutions to real economic, social and political problems in their community that are causing people to turn to extremism in the first place, are being silenced by their own governments.
Pero mientras eso no sucede realmente, Washington se ha unido a Silicon Valley y a Hollywood invirtiendo millones, cientos de millones de dólares, en lo llamado "contramensajería", una palabra elegante para la contrapropaganda. Para contrarrestar la difusión de propaganda terrorista en toda Internet, en Europa se están creando las Unidades de Referencia de Internet para que la gente pueda informar sobre el contenido extremista que encuentra y lograr que se censure. El problema es, que toda esta propaganda, seguimiento y censura falla por completo para compensar el hecho de que las personas con las voces más creíbles, quienes pueden presentar ideas y soluciones alternativas creíbles a los problemas económicos, sociales y políticos reales en su comunidad están causando que la gente se oriente al extremismo, quienes están siendo silenciados por sus propios gobiernos.
This is all adding up to a decrease in freedom across the world. Freedom House, the human rights organization, reports that 2015 marks the 10th straight year in a row of decline in freedom worldwide. And this is not just because of the actions of authoritarian governments. It's also because democratic governments are increasingly cracking down on dissenters, whistle-blowers and investigative journalists. UN Secretary General Ban Ki-Moon has warned that "preventing extremism and promoting human rights go hand-in-hand." It's not to say that governments shouldn't keep us safe -- of course they should -- but we need public oversight, transparency and accountability to the rule of law. Meanwhile, extremists are literally killing off civil society in some countries. Since 2013 in Bangladesh, over a dozen secular bloggers and community activists have been literally slaughtered by extremists while the government has done very little. From the city of Raqqa in Syria, people like Ruqia Hassan and Naji Jerf have been assassinated for their reporting out of ISIS-controlled territory.
A todo esto se añade una disminución de la libertad en todo el mundo. La Casa de la libertad, la organización de Derechos Humanos, informa que el 2015 es el 10º año consecutivo de la degradación de la libertad en todo el mundo. Y esto no es solo debido a las acciones de gobiernos autoritarios. Es debido también a causa de los gobiernos democráticos que apuntan cada vez más hacia los disidentes, delatores y periodistas de investigación. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, ha advertido que "prevenir el extremismo y promover Derechos Humanos van mano a mano". Es no significa que los gobiernos dejen de garantizar nuestra seguridad, claro, que debería ser así. Pero necesitamos supervisión pública, transparencia y responsabilidad en un estado de derecho. Mientras tanto, los extremistas están, literalmente, acabando con la sociedad civil en algunos países. Desde 2013, en Bangladesh, más de una docena de blogueros seculares y activistas de la comunidad han sido literalmente sacrificados por extremistas; sin que el gobierno haya hecho gran cosa. En la ciudad de Raqqa en Siria, gente como Ruqia Hassan y Naji Jerez Court han sido asesinados por reportar desde fuera del territorio controlado por DAESH.
The citizen media group called Raqqa is Being Slaughtered Silently relies on strong encryption to send out their reports and shield themselves from interception and surveillance. Yet authorities in countries like the United States, the United Kingdom and many other democracies are seeking to use the law to either weaken or outright ban strong encryption, because the bad guys are using it, too. We have got to fight for the right of citizens to use strong encryption. Otherwise, dissent and investigative journalism are going to become even more difficult in even more places. And the bad guys -- the criminals and terrorists -- are still going to find ways to communicate. Kudos to the companies that are standing up for their users' right to use encryption.
El grupo de medios ciudadanos llamada Raqqa está siendo sacrificado en silencio se basa en una potente encriptación para enviar sus informes y protegerse de las escuchas y la vigilancia. Sin embargo, las autoridades de países como EE.UU., el Reino Unido y muchas otras democracias están intentando usar la ley para debilitar o directamente prohibir la encriptación potente porque los malos también la están usando. Hay que luchar para que los ciudadanos puedan usar encriptación potente. De lo contrario, la disidencia y el periodismo de investigación va a ser aún más difícil, incluso en más lugares. Y los malos, criminales y terroristas, seguirán encontrando la manera de comunicarse. Felicitaciones a las empresas que están a favor del derecho de sus usuarios a usar la encriptación.
But when it comes to censorship, the picture is much more troubling. Yes, there's a real problem of extremist content spreading all over the internet. And Facebook, YouTube and Twitter are among the many companies who report having taken down hundreds of thousands of pieces of content and deactivating accounts that are connected to the extremist's speech. The problem is their enforcement mechanisms are a complete black box, and there is collateral damage.
Pero cuando se trata de censura, la imagen es mucho más preocupante. Sí, hay un problema real de contenido extremista difundiéndose por toda Internet. Y Facebook, YouTube y Twitter son algunas de las muchas empresas que declaran haber borrado cientos de miles de contenidos y desactivado cuentas conectadas con el discurso extremista. El problema es que sus mecanismos de aplicación son una absoluta caja negra y no hay daños colaterales.
Take, for example, Iyad el-Baghdadi, an activist who makes fun of ISIS on Twitter. He had his account deactivated, because he shares a surname with a prominent ISIS leader. Last December, a number of women named Isis, which also happens to be the name of an Egyptian goddess, had their accounts deactivated. And this woman, who lives in the United States and is a computer programmer, reported on Twitter about her deactivation on Facebook, managed to get enough media attention to have her account reinstated. But that's the thing -- she had to get media attention. And journalists aren't immune. David Thomson, an expert on terrorism and reporter for Radio France International, had reports deleted from his Facebook account and had his account deactivated for several days, because they contained pictures of ISIS flags, even though he was just reporting on ISIS, not promoting it.
Tomemos, por ejemplo, Iyad el-Baghdadi, un activista que se burla de DAESH en Twitter. Tenía su cuenta desactivada, porque comparte un apellido con un prominente líder de DAESH. El pasado diciembre, un número de mujeres llamadas Isis, que también es el nombre de una diosa egipcia, había desactivado su cuenta. Y esta mujer, que vive en EE.UU. programadora informática, informó en Twitter acerca de su desactivación en Facebook, logrando suficiente atención de los medios y recobrar su cuenta. Pero ese es el tema, tuvo que llamar la atención de los medios. Y los periodistas no son inmunes. A David Thomson, un experto en terrorismo y reportero de Radio Francia Internacional, le habían eliminado informes de su cuenta de Facebook y tuvo su cuenta desactivada durante varios días, porque contenían imágenes de banderas de DAESH, a pesar de que solo informaba sobre DAESH, y no fomentándolo.
And then we have stories from people like this Egyptian man, Ahmed Abdellahy, who reported recently in an event in Washington DC that some of his arguments with extremists -- he now spends his time on social media arguing with ISIS followers, trying to get them to turn away -- some of his arguments with these extremists get deleted, which he believes has the effect of shielding them from alternative points of view.
Y tenemos historias de personas como este hombre egipcio, Ahmed Abdellahy, quien informó recientemente en un evento en Washington DC que algunos de sus argumentos con los extremistas, pasa su tiempo en las redes sociales discutiendo con los seguidores de DAESH, intentando conseguir que se aparten, que algunos de sus argumentos con estos extremistas se eliminan, y él cree que estos tienen el efecto disuasorio desde puntos de vista alternativos.
It's unclear whether Facebook even knows the extent of the collateral damage, or the other companies as well. But we do know that journalism, activism and public debate are being silenced in the effort to stamp out extremist speech.
No está claro si Facebook siquiera conoce el alcance de los daños colaterales, o las otras empresas también. Pero sí sabemos que el periodismo, el activismo y el debate público están siendo silenciados en el esfuerzo para acabar con el discurso extremista.
So with these companies having so much power over the public discourse, they need to be held accountable. They need to carry out impact assessment to identify and fix the problems that we're clearly seeing. They need to be more transparent about their enforcement mechanisms, and they need to have clear appeal and grievance mechanisms, so people can get their content reinstated.
Así que con estas empresas que tienen tanto poder sobre el discurso público, necesitan rendir cuentas. Necesitan llevar a cabo la evaluación del impacto para identificar y solucionar los problemas que vemos con claridad. Ellos tienen que ser más transparentes sobre sus mecanismos de aplicación, y tienen que tener mecanismos de apelación y reclamación claras, que la gente pueda obtener reinstalado su contenido.
Now, I've been talking for the last 10 minutes about how governments and companies are making it more difficult for people like these. This is a picture of members of the citizen media network, Global Voices, that I helped to cofound over 10 years ago with my friend, Ethan Zuckerman. Interestingly, about 5 years ago, right after the Arab Spring, the data scientist Gilad Lotan created a network map of the people in Global Voices who were heavy users of Twitter during the Arab Spring. And he found that many of these people served as key information nodes between activists and journalists throughout the Tunisian and Egyptian revolution. We've got to make sure that these people not only survive, but are able to continue to thrive. Many of them are still active, other than the ones who have gone to jail or have been driven into hiding or exile.
He estado hablando durante los últimos 10 minutos acerca de cómo los gobiernos y las empresas hacen que sea más difícil para personas como estas. Esta es una foto de los miembros de la red de medios ciudadanos, Global Voices, que ayudé a cofundar hace más de 10 años con mi amigo, Ethan Zuckerman. Curiosamente, hace unos 5 años, justo después de la Primavera Árabe, el científico de datos Gilad Lotán creó un mapa de la red de la gente en Global Voices quienes fueron grandes consumidores de Twitter durante la primavera árabe. Y encontró que muchas de estas personas sirvieron como nodos de información clave entre activistas y periodistas durante la revolución de Túnez y Egipto. Tenemos que asegurarnos de que estas personas no solo sobreviven, sino que son capaces de continuar creciendo. Muchos de ellos están todavía activos, otros están en la cárcel o han sido expulsados a la clandestinidad o al exilio.
All around the world, people who are sick and tired of fear and oppression are linking up in their communities and across borders. We've got to do everything we can to push our governments and companies to do a better job of protecting their rights. We've also got to be more mindful about how our own personal, political, consumer and business choices affect people like these around the world. Also, if you follow the news, it's pretty clear that that alone isn't going to be enough. We've got to take personal responsibility by joining -- or at very least, actively supporting -- the growing ecosystem of individuals and groups who are fighting for social justice, environmental sustainability, government accountability, human rights, freedom of the press and a free and open internet, all around the world.
Alrededor del mundo, la gente que está enferma y cansado de miedo y opresión se une en sus comunidades y a través de fronteras. Tenemos que hacer todo lo posible para llevar a nuestros gobiernos y empresas a hacer un mejor trabajo en la protección de derechos. También tenemos que ser más conscientes de cómo nuestras propias decisiones personales, políticas y de selección de empresas como consumidores afectan a personas como estas en todo el mundo. Además, si siguen las noticias, está bastante claro que eso solo no va a ser suficiente. Tenemos que asumir la responsabilidad personal uniéndonos o, al menos, apoyando activamente el creciente ecosistema de individuos y grupos que están luchando por la justicia social, la sostenibilidad del medio ambiente, la responsabilidad del gobierno, los Derechos Humanos, la libertad de la prensa y una Internet libre y abierta, en todo el mundo.
I believe that, ultimately, we can overcome the digitally empowered networks of extremism, demagoguery and hate. But ... we've got to do this by really beefing up the global networks of citizens around the world, powered by people who are working hard every day, and taking personal risk for a future world that is more peaceful, just, open and free.
Creo que, en última instancia, podemos superar las redes habilitadas digitalmente por el extremismo, la demagogia y el odio. Pero... tenemos que hacer esto realmente reforzando las redes globales de los ciudadanos de todo el mundo, impulsando a las personas que están trabajando duro todos los días, asumiendo riesgos personales para un mundo futuro más pacífico, justo, abierto y libre.
Thanks very much for listening.
Muchas gracias por su atención.
(Applause)
(Aplausos)