It's been about a decade since the last financial crisis, yet this industry has never been bigger. Legislation that was meant to better regulate its largest players has hurt its smaller ones, resulting in most of the industry's assets to be controlled by the top one percent. They've become too big to fail. I'm not referring to big banks, but the world of Big Agriculture.
Ha pasado una década desde la última crisis financiera, pero esta industria nunca ha sido tan grande. La legislación que en teoría debía regular mejor a los grandes jugadores ha perjudicado a los menores, de modo que el 1 % en la cima controla la mayoría de los bienes de la industria. Se han vuelto demasiado grandes para fracasar. No me refiero a los grandes bancos, sino al mundo de las corporaciones agrícolas.
As a public health practitioner who has worked with small-scale farmers in Rwanda and now as a small food business owner who sits at the intersection between our consumers and producers, I've been exposed to one of the most ecologically and economically intensive industries in the world, and throughout my work, I've witnessed a chilling irony. Our farmers, who feed our communities, cannot afford the very foods they grow. Today, a handful of corporations continue to consolidate the entire food supply chain, from the intellectual property of seeds to produce and livestock all the way to the financial institutions who lend to these farmers. And the recent results have been rising bankruptcies for family farms and little control for those who are just trying to survive in the industry. Left unchecked, we will head into another economic collapse, one very similar to the farm crisis of the 1980s, when commodity market prices crashed, interest rates doubled, and many farmers lost everything.
Como profesional de la salud pública que ha trabajado con agricultores de pequeña escala en Ruanda y ahora como dueño de un pequeño negocio de alimentación situado en la intersección entre nuestros consumidores y productores, he estado expuesto a una de las industrias ecológica y económicamente más intensivas del mundo, y a través de mi trabajo, he presenciado una cruda ironía. Los agricultores que alimentan a nuestra comunidad no pueden pagar lo que cultivan. Actualmente, un puñado de empresas siguen consolidando la cadena de suministro de alimentos, desde la propiedad intelectual de las semillas y el ganado hasta las instituciones financieras que prestan fondos a los agricultores. Los resultados recientes son la creciente bancarrota de las familias agrícolas y el escaso control para quienes solo intentan sobrevivir en la industria. Si no lo solucionamos, nos dirigiremos a otro desastre económico, uno muy similar a la crisis agrícola de los 80, cuando se hundieron los precios de las materias primas, se duplicaron los intereses y muchos agricultores lo perdieron todo.
Fortunately, there's a very simple, three-part solution you can be part of right now to help us transform our food industry from the bottom up.
Por suerte, existe una solución muy simple de tres pasos en la que pueden participar ahora mismo para ayudarnos a transformar la industria alimentaria desde abajo.
Step one: shop at your local farmers markets.
Primer paso: compren en sus mercados agrícolas locales.
Buying from your local market and subscribing to a community-supported agricultural produce box, better known as a CSA, may be the single greatest purchasing decision you can make as a consumer today. Last year, American farmers made the least they have in almost three decades, because they now own fewer parts of the supply chain than ever before. Under exclusive contracts with Big Ag and big box stores, farmers are not offered a fair price for their goods. In fact, the average farmer in America makes less than 15 cents of every dollar on a product that you purchase at a store. On the other hand, farmers who sell their goods at a farmers market take home closer to 90 cents of every dollar. But beyond taking home a larger share, farmers use markets as an opportunity to cultivate the next generation of agriculturalists who shepherd our farmlands and our pastures. In our fight against climate change, we need them now more than ever to promote and preserve diverse land use.
Comprar en su mercado local y suscribirse a una caja de productos agrícolas con apoyo comunitario, más conocida como CSA en inglés, podría ser la decisión de compra más importante que realicen como consumidores hoy en día. El año pasado, los agricultores estadounidenses ganaron menos que en las últimas tres décadas, porque ahora poseen menos partes de la cadena de suministro que nunca. En los contratos exclusivos de grandes corporaciones agrícolas y megatiendas, no se ofrece a los agricultores un precio justo por sus productos. De hecho, el agricultor medio en EE. UU. gana menos 15 céntimos por cada USD de un producto que compramos en tienda. En cambio, los agricultores que venden sus productos en mercados locales se llevan a casa unos 90 céntimos por cada USD. Pero más allá de llevarse un mayor beneficio, los agricultores utilizan los mercados como una oportunidad para cultivar a la siguiente generación de agricultores que se encargarán de las tierras de cultivo y de los pastos. En la lucha contra el cambio climático, los necesitamos más que nunca para promover y proteger un uso diverso de la tierra.
When multigenerational farms are lost to Big Ag consolidation, our communities suffer in countless ways. Rural America has now jumped above the national average in violent crime. Three out four farmworkers surveyed have been directly impacted by our opioid epidemic. Now oftentimes disguised as accidents, farmer suicide is now on the rise.
Cuando granjas multigeneracionales se pierden ante las grandes corporaciones, las comunidades se resienten de incontables maneras. El EE. UU. rural ha superado ahora la media nacional de delitos violentos. Tres de cada cuatro agricultores han sufrido el impacto directo de la epidemia del opio. A veces camuflados como accidentes, los suicidios de agricultores se incrementan.
Step two: shop at your local farmers markets.
Segundo paso: compren en sus mercados agrícolas locales.
(Laughter)
(Risas)
Produce from a large retail store is harvested before it's ripe to travel more than a thousand miles before it ultimately sits on your shelf roughly two weeks later. Alternatively, because most farmers markets have proximity and production requirements, farmers travel less than 50 miles to offer you local produce with minimal packaging waste. With the advent of online grocers and trending meal kits, consumers are increasingly disconnected with their farmers and the economics of food production. Since the rise of the smartphone revolution, direct-to-consumer goods have stagnated.
Los productos de las grandes tiendas se cosechan antes de que estén maduros para viajar más de mil kilómetros hasta que llegan a sus estanterías casi dos semanas después. En cambio, como la mayoría de mercados agrícolas tienen requisitos de proximidad y de producción, los agricultores se desplazan menos de 80 km para ofrecer productos locales con un gasto mínimo de embalaje. Con el auge de los supermercados en línea y los kits para preparar comidas, los consumidores se alejan cada vez más de sus agricultores y de la economía de la producción alimentaria. Con la revolución de los teléfonos inteligentes, los productos directos al consumidor se han estancado.
While local and sustainable foods have been trending for almost a decade, terms like "healthy" and "natural" have no legal framework in the United States. Your best bet for fresh, nutrient-rich foods without the marketing jargon? Go to your farmers market. Buying local is not a new idea, but turning it into a habit in today's world still is. If we want to avoid the high costs of cheap food, protect our environment, rebuild our communities and save our farmers -- literally -- we're going to need to vote with our food purchases. The success of our food systems is directly attached to us. If we want to break up Big Ag's hold on our food supply chain, then we're going to need to connect with our farmers. We're going to need to rebuild relationships with the hands that feed us three times a day. Plus, two more for snacks. Come on.
Aunque la comida local y sostenible ha estado de moda durante una década, palabras como "sano" y "natural" no tienen una regulación legal en EE. UU. ¿La mejor apuesta para alimentos frescos y nutritivos sin jerga publicitaria? Ir a su mercado agrícola local. Comprar alimentos locales no es una idea nueva, pero convertirla en un hábito en el mundo actual sí lo es. Si queremos evitar los altos costes de la comida barata, proteger el medio ambiente, reconstruir nuestras comunidades y salvar a nuestros agricultores, literalmente, vamos a tener que votar con nuestras compras de comida. El éxito de nuestro sistema alimentario depende estrechamente de nosotros. Para eliminar el control corporativo de la cadena de suministro de alimentos necesitamos conectar con los agricultores. Necesitamos reconstruir la relación con las manos que nos alimentan tres veces al día. Y dos más para aperitivos. Vamos.
With a government online database of more than 8,600 farmers markets across the country, you can easily find the nearest one to you. Just think of yourself as an investor in food, where your purchasing power helps create a more equitable society for everyone. Oh!
Con una base de datos gubernamental de más de 8 600 mercados agrícolas por todo el país, pueden encontrar fácilmente el más cercano a Uds. Considérense inversores en comida y que su poder de compra ayuda a crear una sociedad más justa para todos. ¡Oh!
Almost forgot step three, which may surprise you: shop at your local farmers markets.
Casi olvido el tercer paso, que quizá les sorprenda: compren en sus mercados agrícolas locales.
(Laughter)
(Risas)
Thank you.
Gracias.
(Applause)
(Aplausos)