By 1973, Harvey Milk had already been many things: naval officer, high school teacher, bit-part actor, and wandering hippie. But as he embarked on yet another life running a camera shop in San Francisco, he already found himself distracted. From the Watergate hearings on national news, to the teacher who had to rent a projector when her school couldn’t afford one, Harvey saw a desperate need for political reform.
Ya para el 1973 Harvey Milk había sido muchas cosas: oficial naval, profesor de secundaria, actor de bit-part, y hippie errante. Pero cuando se embarcó en otra vida con una tienda de cámaras en San Francisco, ya estaba disperso. De las audiencias de Watergate sobre noticias nacionales, a la maestra que tuvo que alquilar un proyector cuando su escuela no podía pagar uno,
Milk strongly believed that tight knit neighborhoods were essential to the fabric of the city, and that government should solve those community’s most practical problems. From fixing potholes and putting up stop signs, to promoting a friendly culture of cooperation, Milk envisioned a more personal approach to local government.
Harvey vio la necesidad desesperada de una reforma política. Milk creía firmemente que los barrios muy unidos eran esenciales para el tejido de la ciudad y que el gobierno debería resolver los problemas más prácticos de la comunidad. Desde arreglar baches y poner señales de stop, hasta promover una cultura amistosa de cooperación,
This philosophy led him to run for the city’s Board of Supervisors as the representative for his own district, which included the heart of American gay culture, the Castro. At this time, police brutality, discrimination and media stereotyping plagued the LGBT community, labeling Harvey and his supporters as political outsiders. But Milk refused to downplay his sexuality. He was sure that gay rights could never be won from the closet, and he saw the Castro as one of many minorities without representation in city politics. Milk was determined to bring these basic government services to all of San Francisco’s disenfranchised groups, regardless of race, age, or sexuality.
Milk imaginó un enfoque más personal para construir gobierno local. Esta filosofía lo llevó a postularse para la Junta de Supervisores de la ciudad como el representante de su propio distrito, que incluía el corazón de la cultura gay estadounidense, el Castro En este momento, brutalidad policial, discriminación y estereotipos mediáticos minaba la comunidad LGBT, etiquetando a Harvey y a sus partidarios como forasteros políticos. Pero Milk se negó a minimizar su sexualidad. Estaba seguro de que los derechos de los homosexuales nunca podrían ganarse desde el anonimato y vio el castro como una de las muchas minorías sin representación política en la ciudad. Milk estaba decidido a traer estos servicios básicos del gobierno a todos los grupos marginados de San Francisco, independientemente de la raza, edad o sexualidad.
But despite his flair for public speaking and open-hearted approach, voters couldn’t see Milk’s radical vision. In 1973, he lost his first bid for the Board of Supervisors. In 1975, he lost again. A year later, he ran for the California Assembly– and lost. Yet he tirelessly continued to support his district, befriending bartenders, construction unions, and local Chinese grocers. This earned him the affectionate title, the "mayor of Castro Street.” And when he ran his third campaign for the Board of Supervisors in 1977, Harvey finally won the seat– becoming one of the first openly gay public officials in US history.
Pero a pesar de su talento para hablar en público. y el enfoque de corazón abierto, los votantes no podían entender la visión radical de Milk. En 1973 perdió su primera apuesta para la Junta de Supervisores. En 1975 perdió de nuevo. Un año más tarde, se postuló para la Asamblea de California y perdió. Sin embargo, él continuó apoyando incansablemente su distrito, amigándose con camareros, sindicatos de la construcción y tenderos chinos locales. Esto le valió el título cariñoso de el "alcalde de la calle Castro". Y cuando dirigió su tercera campaña para la Junta de Supervisores en 1977, Harvey finalmente ganó el escaño, convirtiéndose en uno de los primeros funcionarios públicos abiertamente homosexual
Elated, Milk arrived in office determined to make lasting change. He immediately introduced a bill outlawing discrimination on the grounds of sexuality and launched a major clean-up of the city. But not everyone was happy with this direction. Anti-gay sentiment was gaining national momentum, especially in the form of California’s Proposition 6.
en la historia de EE. UU. Eufórico, Milk llegó a la oficina decidido a hacer un cambio duradero. En seguida presentó un proyecto de ley que prohibía la discriminación por orientación sexual. E inició una importante limpieza de la ciudad. Pero no todos estaban contentos con esta dirección. El sentimiento antigay estaba ganando impulso nacional,
The proposition, which sought to make it illegal for homosexuals to work in Californian schools, would prove to be the biggest battle of Milk’s career. Supporters of Prop 6 attacked the LGBT community, calling them unfit to work with students. But Milk urged them not to hide in fear: “Come out to your relatives. Come out to your friends, if indeed they are your friends. Come out to your neighbors, to your fellow workers… break down the myths. Destroy the lies and distortions. For your sake. For their sake.” Alongside other activists, he ran an incandescent campaign against hate.
especialmente en la Proposición 6 de California. La proposición que pretendía ilegalizar que los homosexuales trabajasen en escuelas californianas, sería la batalla más grande de la carrera de Milk. Los partidarios de la Proposición 6 atacaron a la comunidad LGBT, consiserándolos no aptos para trabajar con estudiantes. Pero Milk les instó a no esconderse con miedo: “Salgan del armario ante sus compañeros. Salgan del armario ante sus amigos, si es que son sus amigos. Salgan del armario ante su vecindario, ante sus compañeros de trabajo... Rompan los mitos. Destruyan las mentiras y las distorsiones. Por su propio bien y por el de los otros." Junto con otros activistas, Dirigió una campaña incandescente contra el odio.
On November 7, 1978, Prop 6 was defeated in a landslide. It was proof that Milk’s message was gaining traction. But just twenty days after this inspiring victory, he was assassinated at City Hall– killed alongside San Francisco Mayor George Moscone.
El 7 de noviembre de 1978, la prop 6 fue rechazada contundentemente. Era una prueba de que el mensaje de Milk ganaba terreno. Pero solo 20 días después de esta inspiradora victoria, fue asesinado en el ayuntamiento. asesinado junto al alcalde de San Francisco George Moscone.
Both men had been murdered by Dan White, a former fellow supervisor, who had positioned himself against those he called "radicals, social deviates and incorrigibles.” He had frequently clashed with Harvey at Board meetings, and resented the spirit of change which Milk personified for many. The night of Milk's murder, thousands marched by candlelight through the city.
Ambos hombres fueron asesinados por Dan White, un excompañero supervisor, quien se había posicionado contra aquellos a los que llamaba "radicales, desviados sociales e incorregibles". Se había enfrentado frecuentemente con Harvey en las reuniones de la Junta, y le ofendía el espíritu de cambio que Milk personificaba para muchos. La noche del asesinato de Milk miles marcharon a la luz de las velas por la ciudad.
In the wake of this tragedy, yet another injustice arose. In a highly controversial verdict, White received a sentence of only seven years and eight months– a decision that sparked uproar throughout the city in what became known as the White Night Riots.
A raíz de esta tragedia, sucedió otra injusticia. En un veredicto altamente controvertido, White recibió una sentencia de solo siete años y ocho meses. Una decisión que provocó disturbios en toda la ciudad, que se llegó a conocer como los disturbios de la noche White.
But even after his death, Milk continued to preach his hopeful cause. He left his friends and followers a total of three different tapes to be played in the event of his assassination. They leave us with a call to action, and a reminder that everyone is welcome in the fight against injustice: "I ask for the movement to continue… and if a bullet should enter my brain, let that bullet destroy every closet door…”
Pero incluso después de su muerte, Milk continuó predicando su causa esperanzadora. Dejó a sus amigos y seguidores un total de tres cintas para que fueran reproducidas, en el caso de su asesinato. Estas nos recuerdan una llamada a la acción, y de que todos son bienvenidos en la lucha contra la injusticia: "Pido que el movimiento continúe ... y si una bala entrara en mi cerebro, Deja que esa bala destruya cada puerta del anonimato..."