It's 5000 BCE in the verdant swamps of North America, and this young deer has no idea it’s being hunted. Suddenly, an alligator hurtles out of the water at almost 50 kilometers an hour, locking its jaws around its prey and swinging wildly in a signature move known as the death roll. This deer never stood a chance, but then, nothing in this region can compete with this apex predator. These alligators easily devour the birds, turtles, and small fish living in what’s known today as Everglades National Park. But despite ruling the swamp for millennia, the last 500 years have brought deadly new predators that challenge the alligators’ reign. And the origins of these international invaders are just as unexpected as their impact on the Everglades.
Es el año 5000 a.C. en los verdes pantanos de Norte América y este joven venado no tiene idea de que lo están acechando. De pronto, un caimán salta fuera del agua a cerca de 50 km/h, cierra los fauces alrededor de su presa y gira salvajemente con un movimiento que se conoce como el giro de la muerte. Este venado nunca tuvo oportunidad, pero nada en esta región puede competir con este superdepredador. Estos caimanes devoran fácilmente pájaros, tortugas y peces pequeños que viven en lo que ahora se conoce como el Parque Nacional Everglades. Pero aunque han gobernado el pantano por milenios, los últimos 500 años han traído nuevos depredadores mortales que retan el reino de los caimanes. Y los orígenes de estos invasores internacionales son tan inesperados como su impacto en el Everglades.
We tend to think of swamps as hostile landscapes since they’re overflowing with plant and animal life. But all this biodiversity makes these environments vital to regional food webs. And the Everglades are no exception. The park's subtropical climate can support species from around the world, and its borders are full of ecotones— transition areas between habitats— that connect the region’s freshwater prairies, rocky pinelands, mangrove forests, and more. Human activity has made the region even more biodiverse, developing Florida into a major port that welcomes countless human and non-human migrants.
Creemos que los pantanos son lugares hostiles, ya que están rebosados de plantas y vida animal. Pero toda esta biodiversidad es vital para la redes alimentarias de la región. Y los Everglades no son la excepción. El clima subtropical del parque puede sustentar especies de todo el mundo, y sus fronteras están llenas de ecotonos, áreas de transición entre hábitats que conectan a las praderas de agua dulce de la región, pinares rocosos, bosques de mangle, entre otros. La actividad humana ha hecho a la región aún más biodiversa, y ha transformado a Florida en un puerto principal que invita a un gran número de inmigrantes tanto humanos como no humanos.
In the 1500s, Spanish colonizers brought wild boar to the area, which quickly multiplied and uprooted the wetlands. They devoured alligator eggs and spread European parasites to local panthers. Then, in the 1800s, Florida’s shipping industry exploded, bringing all manner of new invasive species. Brazilian peppertrees blocked out the sun, water hyacinths clogged the rivers, and brown anole lizards upset the food chain. Alligator populations mostly endured this onslaught, but in the late 19th century, human intervention kicked things up a notch. Government and business officials wanted to turn the Everglades into farmland and began building canals to drain the swamp. They also planted non-native trees which crowded out the plants local birds relied on for food and shelter, which in turn limited the alligators’ supply of prey.
En los años 1500, los colonizadores españoles trajeron al jabalí al área, el cual se multiplicó rápidamente y desplazó los humedales. Este devoró los huevos de caimán y llenó de parásitos europeos a las panteras locales. Después, en los 1800, el transporte marítimo estalló en Florida y trajo consigo toda clase de nuevas especies invasoras. Los pimenteros brasileños bloquearon el sol, los jacintos de agua obstruyeron los ríos, y las lagartijas anolis marrones alteraron la cadena alimenticia. La población de caimanes soportó este embate, pero a finales del siglo XIX la intervención humana llevó las cosas al siguiente nivel. Los oficiales del gobierno y las empresas querían convertir al Everglades en tierras de cultivo y comenzaron a crear canales para drenar los pantanos. También plantaron árboles no endémicos que desplazaron a las plantas que los pájaros utilizaban para comida y vivienda, lo que provocó que los caimanes tuvieran menos alimento.
Interventions like this wreaked havoc on the Everglades for decades, until a conservationist named Marjory Stoneman Douglas finally came to their defense. In 1947, Douglas published a landmark book explaining that the Everglades were not only a unique and precious ecosystem, but that the region’s most fearsome residents were actually vital to sustaining it. During the wet season, alligators are constantly shaping the muddy landscape, drawing lines with their bodies and digging holes with their snouts, claws, and tails. In the dry season, these indentations become essential watering holes and firebreaks, maintaining and protecting the swamp’s other residents.
Estas intervenciones provocaron estragos en los Everglades por décadas hasta que una conservacionista llamada Marjory Stoneman Douglas al fin llegó en defensa de los Everglades. En 1947, Douglas publicó un libro emblemático que decía que los Everglades no solo eran un ecosistema único y valioso, sino que, de hecho, sus residentes más temidos eran vitales para sustentarlo. Durante el tiempo de lluvias, los caimanes le dan forma al paisaje lodoso creando líneas con sus cuerpos y haciendo agujeros con sus hocicos, garras y colas. Durante el tiempo de sequía, estas indentaciones se convierten en abrevaderos y cortafuegos esenciales que mantienen y protegen a los otros residentes del pantano.
In the wake of Douglas’ book, Everglades National Park was established to formally begin protecting the landscape and its scaly stewards. But outside the park, conditions were brewing for the most dangerous invasion yet. Over the next 40 years, the exotic pet trade brought parakeets, iguanas, and relatives of piranhas to the region. In the 1990s, Burmese pythons became a cheap, popular pet for many Floridians. Some snake owners released their pets into the wild when they grew too large. But the python population really exploded in 1992 when a hurricane destroyed a breeding facility and released countless snakes into the wild. Since then, pythons have been connected to a 90% decrease in some local mammal populations, decimating the alligators’ food supply. And with help from other invasive reptiles like black and white tegus— giant lizards who devour alligator eggs— these snakes have made a serious play for the top of the local food chain.
A raíz del libro de Douglas, se estableció el Parque Nacional Everglades para formalmente comenzar a proteger el paisaje y sus mayordomos escamosos. Pero fuera del parque, se estaban dando las condiciones para una de las invasiones más peligrosas. Durante los siguientes 40 años, el comercio de mascotas exóticas trajo periquitos, iguanas, y parientes de las pirañas a la región. En los 90, los pitones burmeses se volvieron mascotas baratas y populares entre los floridanos. Pero al aumentar de tamaño, algunas fueron soltadas a la naturaleza. Sin embargo, la población de pitones realmente estalló en 1992 cuando un huracán destruyó un criadero y un gran número de serpientes escapó. Desde entonces, los pitones son responsables del deceso del 90 % de algunas poblaciones de mamíferos locales, lo cual merma el alimento de los caimanes. Y con la ayuda de otros reptiles invasores como los lagartos blanco y negro, lagartijas gigantes que devoran los huevos de los caimanes, estas víboras han hecho una jugada importante para estar en lo alto de la cadena alimenticia local.
Today, Florida ranks among the regions with the most invasive species in the world. Some researchers suggest hunting these invaders down, while others recommend bringing in yet more creatures to balance the scales, such as releasing insects to eat invasive plants. It might seem absurd to try solving this problem with more foreign fauna. But perhaps a new arrival could fight invaders and feed the alligators— giving them the boost they need to reclaim their ancient home.
Hoy en día, Florida es una de las regiones con mayor cantidad de especies invasoras en el mundo. Algunos investigadores proponen cazara estos invasores, mientras que otros recomiendan traer más criaturas para crear un equilibrio, como insectos que se alimentan de plantas invasoras. Puede sonar absurdo tratar de resolver el problema trayendo más fauna, pero quizá una nueva especie pueda echar a los invasores, alimentar a los caimanes y darles el impulso que necesitan para recuperar su antiguo hogar.