I'm here today to talk to you about a very powerful little word, one that people will do almost anything to avoid becoming. Billion-dollar industries thrive because of the fear of it, and those of us who undeniably are it are left to navigate a relentless storm surrounding it.
Hoy estoy aquí para hablar con Uds. sobre una pequeña palabra muy poderosa, una palabra que la gente tratará de evitar. Las industrias multimillonarias prosperan por temor a esa palabra, y quienes sin dudas lo somos vamos a la deriva por una tormenta implacable que la circunda.
I'm not sure if any of you have noticed, but I'm fat. Not the lowercase, muttered-behind-my-back kind, or the seemingly harmless chubby or cuddly. I'm not even the more sophisticated voluptuous or curvaceous kind.
No sé si lo han notado, pero soy gorda. No del tipo leve, ni del que se murmura, ni de una aparentemente inofensiva rechonchez. Ni siquiera soy ese tipo más sofisticado de voluptuosa o curvilínea.
Let's not sugarcoat it. I am the capital F-A-T kind of fat. I am the elephant in the room. When I walked out on stage, some of you may have been thinking, "Aww, this is going to be hilarious, because everybody knows that fat people are funny."
Sin eufemismos, soy G-O-R-D-A y punto. Soy el elefante en la sala. Cuando salí al escenario, algunos habrán pensado: "Seguro va a ser delirante, porque todos saben que los gordos son graciosos".
(Laughter)
(Risas)
Or you may have been thinking, "Where does she get her confidence from?" Because a confident fat woman is almost unthinkable. The fashion-conscious members of the audience may have been thinking how fabulous I look in this Beth Ditto dress --
O puede que hayan pensado: "¿De dónde saca la autoestima?" Porque una gorda con autoestima es casi impensable. Los interesados en la moda habrán pensado lo fabulosa que me veo con este vestido de Beth Ditto...
(Cheers)
(Ovación)
thank you very much. Whereas some of you might have thought, "Hmm, black would have been so much more slimming."
muchas gracias. Mientras que alguno puede que piense: "Hmm, en negro se vería mucho más delgada".
(Laughter)
(Risas)
You may have wondered, consciously or not, if I have diabetes, or a partner, or if I eat carbs after 7pm.
Es posible que se hayan preguntado, de manera consciente o no, si tengo diabetes o si tengo pareja, o si como carbohidratos después de las 19 hs.
(Laughter)
(Risas)
You may have worried that you ate carbs after 7pm last night, and that you really should renew your gym membership.
Puede haberles preocupado que comieron carbohidratos después de las 19 hs, y que deberían renovar la membresía en el gimnasio.
These judgments are insidious. They can be directed at individuals and groups, and they can also be directed at ourselves. And this way of thinking is known as fatphobia.
Estos juicios son insidiosos. Pueden ser dirigidos a individuos y grupos, y también pueden dirigirse a nosotros mismos. Y esta forma de pensar se conoce como gordofobia.
Like any form of systematic oppression, fatphobia is deeply rooted in complex structures like capitalism, patriarchy and racism, and that can make it really difficult to see, let alone challenge. We live in a culture where being fat is seen as being a bad person -- lazy, greedy, unhealthy, irresponsible and morally suspect. And we tend to see thinness as being universally good -- responsible, successful, and in control of our appetites, bodies and lives. We see these ideas again and again in the media, in public health policy, doctors' offices, in everyday conversations and in our own attitudes. We may even blame fat people themselves for the discrimination they face because, after all, if we don't like it, we should just lose weight. Easy. This antifat bias has become so integral, so ingrained to how we value ourselves and each other that we rarely question why we have such contempt for people of size and where that disdain comes from.
Como cualquier forma de opresión sistemática, la gordofobia está profundamente arraigada en estructuras complejas como el capitalismo, el patriarcado y el racismo, y eso puede hacerlo realmente difícil de identificar, por no decir un desafío. Vivimos en una cultura en la que ser gordo es visto como ser una mala persona... perezosa, codiciosa, insalubre, irresponsable y moralmente sospechosa. Y tendemos a ver la delgadez como algo universalmente bueno, responsable, exitoso, y en control de nuestros apetitos, cuerpos y vidas. Vemos estas ideas una y otra vez en los medios, en la política de salud pública, en consultorios médicos, en conversaciones cotidianas y en nuestras propias actitudes. Incluso podemos culpar a los gordos por la discriminación a la que se enfrentan porque, después de todo, si no nos gusta, deberíamos bajar de peso. Fácil. Este sesgo antigordo se ha vuelto tan integral, tan arraigado de cómo nos autovaloramos y nos valoramos unos a otros que rara vez nos preguntamos por qué tenemos tanto desprecio por los gordos y de dónde viene ese desdén.
But we must question it, because the enormous value we place on how we look affects every one of us. And do we really want to live in a society where people are denied their basic humanity if they don't subscribe to some arbitrary form of acceptable?
Pero debemos cuestionarlo, porque el valor enorme que le damos al aspecto nos afecta a todos. ¿Realmente queremos vivir en una sociedad en la que se le niegue a la gente su humanidad básica si no suscribe a alguna forma arbitraria de lo aceptable?
So when I was six years old, my sister used to teach ballet to a bunch of little girls in our garage. I was about a foot taller and a foot wider than most of the group. When it came to doing our first performance, I was so excited about wearing a pretty pink tutu. I was going to sparkle. As the other girls slipped easily into their Lycra and tulle creations, not one of the tutus was big enough to fit me. I was determined not to be excluded from the performance, so I turned to my mother and loud enough for everyone to hear said, "Mom, I don't need a tutu. I need a fourfour."
Así que cuando tenía seis años, mi hermana solía enseñar ballet a un grupo de niñas en nuestro garaje. Yo era 30 cm más alta y más ancha que la mayoría del grupo. Cuando estábamos por hacer nuestra primera actuación, estaba muy entusiasmada con ponerme un hermoso tutú rosa. Iba a brillar. Mientras las otras chicas se deslizaban con facilidad entre la lycra y los tules, ningún tutú me quedaba bien. Estaba decidida a no perderme la actuación, así que miré a mi madre y en voz alta para que oyeran todos dije, "Mamá, no necesito un tutú -2,2- necesito un fourfour" -4,4-
(Laughter)
(Risas)
Thanks, Mom.
Gracias, mamá.
(Applause)
(Aplausos)
And although I didn't recognize it at the time, claiming space for myself in that glorious fourfour was the first step towards becoming a radical fat activist.
Y si bien no lo reconocía en ese momento, hacerme espacio en ese glorioso fourfour fue el primer paso hacia la activista radical de la gordura.
Now, I'm not saying that this whole body-love thing has been an easy skip along a glittering path of self-acceptance since that day in class. Far from it. I soon learned that living outside what the mainstream considers normal can be a frustrating and isolating place. I've spent the last 20 years unpacking and deprogramming these messages, and it's been quite the roller coaster. I've been openly laughed at, abused from passing cars and been told that I'm delusional. I also receive smiles from strangers who recognize what it takes to walk down the street with a spring in your step and your head held high.
Ahora bien, no digo que todo este amor al cuerpo ha sido fácil a lo largo de un brillante camino de autoaceptación desde ese día en clase. Lejos de eso. Pronto aprendí que vivir fuera de lo que el común considera normal puede ser algo frustrante y aislante. He pasado los últimos 20 años desarmando y desprogramando estos mensajes, y ha sido una montaña rusa. Se han reído de mí, recibí insultos de autos que pasaban, y me han dicho que soy desilusionante. También he recibido sonrisas de extraños que reconocen lo que se requiere para caminar por la calle con paso firme y cabeza en alto.
(Cheer)
(Ovación)
Thanks. And through it all, that fierce little six-year-old has stayed with me, and she has helped me stand before you today as an unapologetic fat person, a person that simply refuses to subscribe to the dominant narrative about how I should move through the world in this body of mine.
Gracias. Y a través de todo, esa feroz pequeña de seis años se ha quedado conmigo, y me ha ayudado a pararme frente a Uds. hoy como gorda sin culpa, una persona que simplemente se niega a suscribirse a la narrativa dominante sobre cómo debería moverme por el mundo con este cuerpo mío.
(Applause)
(Aplausos)
And I'm not alone. I am part of an international community of people who choose to, rather than passively accepting that our bodies are and probably always will be big, we actively choose to flourish in these bodies as they are today. People who honor our strength and work with, not against, our perceived limitations, people who value health as something much more holistic than a number on an outdated BMI chart. Instead, we value mental health, self-worth and how we feel in our bodies as vital aspects to our overall well-being. People who refuse to believe that living in these fat bodies is a barrier to anything, really.
Y no estoy sola. Soy parte de una comunidad internacional que elige, en vez de aceptar pasivamente, que nuestros cuerpos son grandes y quizá siempre lo serán, y elegimos activamente florecer con estos cuerpos como son hoy. Personas que honramos nuestra fuerza y trabajamos con, y no en contra, de nuestras limitaciones percibidas; personas que valoramos la salud como algo mucho más holístico que un número en un gráfico de IMC obsoleto. Valoramos la salud mental, la autoestima y cómo nos sentimos con el cuerpo como aspectos vitales del bienestar general. Personas que se niegan a creer que vivir con estos cuerpos gordos es una barrera para cualquier cosa, en realidad.
There are doctors, academics and bloggers who have written countless volumes on the many facets of this complex subject. There are fatshionistas who reclaim their bodies and their beauty by wearing fatkinis and crop tops, exposing the flesh that we're all taught to hide. There are fat athletes who run marathons, teach yoga or do kickboxing, all done with a middle finger firmly held up to the status quo. And these people have taught me that radical body politics is the antidote to our body-shaming culture.
Hay médicos, académicos y blogueros que han escrito ingentes volúmenes sobre las muchas facetas de este complejo tema. Hay fatshionistas que recuperan sus cuerpos y su belleza, que lucen fatkinis y tops, que exponen la carne que nos han enseñado a ocultar. Hay atletas gordos que corren maratones, que enseñan yoga o hacen kickboxing, y lo hacen todo con el dedo medio apuntando al statu quo. Y esta gente me ha enseñado que las políticas radicales del cuerpo son el antídoto para la cultura de vergüenza por el cuerpo.
But to be clear, I'm not saying that people shouldn't change their bodies if that's what they want to do. Reclaiming yourself can be one of the most gorgeous acts of self-love and can look like a million different things, from hairstyles to tattoos to body contouring to hormones to surgery and yes, even weight loss. It's simple: it's your body, and you decide what's best to do with it.
Pero para ser claros, no digo que la gente no deba cambiar sus cuerpos si es lo que desea hacer. Reivindicarse a sí mismo puede ser uno de los más hermosos actos de amor propio y puede adoptar un millón de formas diferentes, desde peinados hasta tatuajes y contorno corporal desde hormonas hasta cirugía y sí, incluso hasta la pérdida de peso. Es simple: es tu cuerpo, tú decides lo mejor para hacer con él.
My way of engaging in activism is by doing all the things that we fatties aren't supposed to do, and there's a lot of them, inviting other people to join me and then making art about it. The common thread through most of this work has been reclaiming spaces that are often prohibitive to bigger bodies, from the catwalk to club shows, from public swimming pools to prominent dance stages. And reclaiming spaces en masse is not only a powerful artistic statement but a radical community-building approach. This was so true of "AQUAPORKO!" --
Mi forma de participar en el activismo es haciendo todas las cosas que los gorditos se supone que no hacen, y hay muchas cosas, e invito a otras personas a sumarse y hacer arte con eso. El hilo común de la mayor parte de este trabajo ha sido reclamar espacios a menudo prohibitivos para cuerpos más grandes, desde la pasarela hasta los clubes, desde las piscinas públicas hasta las pistas de baile. Y recuperar espacios en masa no es solo una poderosa declaración artística sino un enfoque radical de construcción de comunidad. Esto fue así en "AQUAPORKO!"...
(Laughter)
(Risas)
the fat fem synchronized swim team I started with a group of friends in Sydney. The impact of seeing a bunch of defiant fat women in flowery swimming caps and bathers throwing their legs in the air without a care should not be underestimated.
el equipo gordo de danza acuática sincronizada que creé con un grupo de amigos en Sídney. El impacto de ver un puñado de gordas desafiantes con gorros y trajes de baño floreados lanzando sus piernas al aire sin preocupaciones, no debería subestimarse.
(Risas)
(Laughter)
Throughout my career, I have learned that fat bodies are inherently political, and unapologetic fat bodies can blow people's minds. When director Kate Champion, of acclaimed dance theater company Force Majeure, asked me to be the artistic associate on a work featuring all fat dancers, I literally jumped at the opportunity. And I mean literally. "Nothing to Lose" is a work made in collaboration with performers of size who drew from their lived experiences to create a work as varied and authentic as we all are. And it was as far from ballet as you could imagine.
En mi carrera, aprendí que los cuerpos gordos son inherentemente políticos, y que los cuerpos gordos sin culpas pueden hacer alucinar a la gente. Cuando la directora Kate Champion, de la aclamada compañía de teatro de danza Force Majeure, me pidió que sea la asociada artística en una obra que destacaba a bailarines gordos, literalmente me lancé a la oportunidad. Literalmente. "Nada que perder" es una obra hecha en colaboración con actores gordos que a partir de sus experiencias de vida crean una obra tan variada y auténtica como somos todos. Y fue tan distante del ballet como podrían imaginar.
The very idea of a fat dance work by such a prestigious company was, to put it mildly, controversial, because nothing like it had ever been done on mainstream dance stages before anywhere in the world.
La propia idea de obra de danza gorda con una compañía tan prestigiosa fue, para decirlo suavemente, polémico, porque nunca se había hecho nada semejante en los escenarios principales de la danza en ningún lugar del mundo.
People were skeptical. "What do you mean, 'fat dancers?' Like, size 10, size 12 kind of fat? Where did they do their dance training? Are they going to have the stamina for a full-length production?"
La gente era escéptica. "¿Qué quieres decir con 'bailarines gordos'?" ¿Tamaño XL, XXL? ¿Dónde hicieron su entrenamiento de baile? ¿De dónde sacarán la resistencia para una producción de tan larga duración?"
But despite the skepticism, "Nothing to Lose" became a sellout hit of Sydney Festival. We received rave reviews, toured, won awards and were written about in over 27 languages. These incredible images of our cast were seen worldwide. I've lost count of how many times people of all sizes have told me that the show has changed their lives, how it helped them shift their relationship to their own and other people's bodies, and how it made them confront their own bias.
Pero a pesar del escepticismo, "Nada que perder", se volvió un éxito en el Festival de Sídney. Recibimos críticas favorables, viajamos, ganamos premios y fue escrita en más de 27 idiomas. Estas increíbles imágenes de nuestro elenco fueron vistas en todo el mundo. He perdido la cuenta de cuántas veces personas de todos los tamaños me han dicho que el show les ha cambiado la vida, de cómo les ayudó a cambiar su relación con sus cuerpos y con los cuerpos de los demás, y cómo les hizo enfrentarse a sus propios sesgos.
But of course, work that pushes people's buttons is not without its detractors. I have been told that I'm glorifying obesity. I have received violent death threats and abuse for daring to make work that centers fat people's bodies and lives and treats us as worthwhile human beings with valuable stories to tell. I've even been called "the ISIS of the obesity epidemic" --
Pero, claro, una obra que mueve la fibra íntima también tiene detractores. Me han dicho que glorifico la obesidad. He recibido amenazas de muerte violentas y abuso por hacer una obra que se centra en la vida y el cuerpo de los obesos y nos trata como seres valiosos con historias que valen la pena contar. Me han llamado incluso "el ISIS de la epidemia de obesidad"...
(Laughter)
(Risas)
a comment so absurd that it is funny. But it also speaks to the panic, the literal terror, that the fear of fat can evoke. It is this fear that's feeding the diet industry, which is keeping so many of us from making peace with our own bodies, for waiting to be the after-photo before we truly start to live our lives. Because the real elephant in the room here is fatphobia. Fat activism refuses to indulge this fear. By advocating for self-determination and respect for all of us, we can shift society's reluctance to embrace diversity and start to celebrate the myriad ways there are to have a body.
Un comentario que de tan absurdo es gracioso. Pero también habla del pánico, del terror literal, que el miedo a la gordura puede evocar. Es ese miedo alimentado por la industria de la dieta, que nos mantiene a muchos sin hacer las paces con nuestros propios cuerpos, esperando a ser la pos-foto antes de empezar a vivir verdaderamente nuestras propias vidas. Porque el verdadero elefante en la sala es la gordofobia. El activismo gordo se niega a complacer este miedo. Al abogar por la autodeterminación y el respeto por todos nosotros, podemos cambiar el rechazo de la sociedad a abrazar la diversidad y empezar a celebrar el montón de maneras que existen de tener un cuerpo.
Thank you.
Gracias.
(Applause)
(Aplausos)