A male firefly glows above a field on a summer’s night, emitting a series of enticing flashes. He hopes a nearby female will respond with her own lightshow and mate with him. Sadly for this male, it won’t turn out quite the way he plans. A female from a different species mimics his pulsing patterns: by tricking the male with her promise of partnership, she lures him in– and turns him into an easy meal. He’s been deceived.
Una luciérnaga macho resplandece en el campo, una noche de verano, mediante una secuencia de atractivos destellos. Espera que una hembra en las cercanías responda con su propio cortejo luminoso, y puedan así aparearse. Desafortunadamente para este macho las cosas no saldrán como espera. Una hembra de otra especie imita su secuencia de destellos. Consigue atraer y engañar al macho con la promesa de apareamiento, convirtiéndolo, de esta forma, en una presa fácil. Lo engañaron. Los etólogos han identificado
Behavioral biologists have identified three defining hallmarks of deception by non-human animals: it must mislead the receiver, the deceiver must benefit, and it can’t simply be an accident. In this case we know that the predatory firefly’s signal isn’t an accident because she flexibly adjusts her flash pattern to match males of different species.
tres características definitorias del engaño en animales no humanos: debe despistar al receptor, quien engaña debe beneficiarse de ello, y no debe ser algo casual. En este caso, sabemos que la señal predatoria de la luciérnaga no es casual porque ajusta su secuencia de destellos para imitar la secuencia de machos de otras especies. De acuerdo a esta definición,
Based on this definition, where is animal deception seen in nature?
¿qué otros ejemplos de engaño animal existen en la naturaleza? El camuflaje es un caso claro
Camouflage is a good starting point– and one of the most familiar examples of animal trickery. The leaf-tailed gecko and the octopus fool viewers by blending into the surfaces on which they rest. Other animals use mimicry to protect themselves. Harmless scarlet kingsnakes have evolved red, yellow, and black patterns resembling those of the venomous eastern coral snake to benefit from the protective warnings these markings convey. Even some plants use mimicry: there are orchids that look and smell like female wasps to attract hapless males, who end up pollinating the plant.
y uno de los ejemplos más conocidos de astucia animal. El gecko de cola de hoja y el pulpo engañan a otros animales camuflándose en las superficies donde se encuentran. Otros animales usan el mimetismo como defensa. La inofensiva serpiente escarlata real ha desarrollado patrones rojos, amarillos y negros para parecerse a la serpiente coral, que es venenosa. De esta forma desalienta a los posibles predadores. Incluso hay plantas que usan el mimetismo: algunas orquídeas tienen la apariencia y el aroma de avispas hembras, y atraen, de esta forma, a los incautos machos que terminan polinizando la planta.
Some of these animals benefit by having fixed characteristics that are evolutionary suited to their environments. But in other cases, the deceiver seems to anticipate the reactions of other animals and to adjust its behavior accordingly. Sensing a threat, the octopus will rapidly change its colors to match its surroundings. Dwarf chameleons color-match their environments more closely when they see a bird predator rather than a snake– birds, after all, have better color vision.
Algunos animales se benefician de ciertas características físicas fijas que se ajustan evolutivamente a sus entornos. Pero en otros casos, quien engaña aparentemente anticipa la reacción de otros animales, y modifica su comportamiento en consecuencia. Al percibir una amenaza, el pulpo cambiará rápidamente de color para camuflarse con su entorno. El camaleón enano se camufla aún más con su entorno al observar un ave rapaz que al encontrarse con una serpiente. Las aves, después de todo, tienen una mejor visión del color.
One of the more fascinating examples of animal deception comes from the fork-tailed drongo. This bird sits atop tall trees in the Kalahari Desert, surveying the landscape for predators and calling when it senses a threat. That sends meerkats, pied babblers, and others dashing for cover. But the drongo will also sound a false alarm when those other species have captured prey. As the meerkats and babblers flee, the drongo swoops down to steal their catches. This tactic works about half the time– and it provides drongos with much of their food.
Uno de los ejemplos más fascinantes del engaño animal es el drongo ahorquillado. Esta ave se posa en la cima de los árboles en el desierto de Kalahari. Desde allí examina el terreno en busca de predadores y trina cuando detecta una amenaza. De esta forma, suricatos, turboides bicolor y otros animales se ponen a cubierto. Pero el drongo también emite una falsa alarma cuando alguno de estos animales captura una presa. Mientras los suricatos y los turboides huyen, el drongo se apresura a robar sus presas. Esta táctica funciona la mitad de las veces y, gracias a ella, los drongos consiguen la mayor parte de su comida.
There are fewer solid cases of animals using signals to trick members of their own species, but that happens too. Consider the mantis shrimp. Like other crustaceans, it molts as it grows, which leaves its soft body vulnerable to attack. But it’s still driven to protect its home against rivals. So it has become a masterful bluffer. Despite being fragile, a newly molted shrimp is actually more likely to threaten intruders, spreading the large limbs it usually uses to strike or stab its opponents. And that works – bluffers are more likely to keep their homes than non-bluffers.
Hay pocos casos de animales que usan señales para engañar a miembros de su misma especie, pero también sucede. Consideremos a la mantis marina. Al igual que otros crustáceos, tiene un período de muda, durante el cual su cuerpo blando es vulnerable. Aun así está resuelta a enfrentar a sus contendientes para proteger su guarida. Por esto, se ha convertido en una experta en alardear. A pesar de su fragilidad, la mantis recién mudada es más propensa a amenazar a los intrusos expandiendo sus largos miembros, que suele usar para golpear o apuñalar a sus oponentes. ¡Y funciona! Quienes alardean tienen más chances de conservar sus guaridas
In its softened condition, a mantis shrimp couldn’t withstand a fight– which is why we can be confident that its behavior is a bluff. Biologists have even noticed that its bluffs are tactical: newly molted mantis shrimp are more likely to bluff against smaller rivals, who are especially likely to be driven away. It would seem that instead of just threatening reflexively, the mantis shrimp is swiftly gauging the situation and predicting others’ behavior, to get the best result.
que quienes no lo hacen. En este estado de vulnerabilidad, la mantis marina no resistiría un enfrentamiento. Por eso estamos seguros de que su comportamiento es pura fanfarronería. Los biólogos han notado, incluso, que sus fanfarronerías son selectivas: las mantis marinas recién mudadas son más propensas a alardear contra rivales más pequeños, que seguramente se intimidarán y escaparán. Aparentemente, la mantis marina no amenaza por acto reflejo, sino que calibra cuidadosamente la situación para predecir el comportamiento del rival y así llegar a la decisión más acertada.
So we know that animals can deceive, but do they do so with intent? That’s a difficult question, and many scientists think we'll never be able to answer it. We can't observe animals’ internal thoughts. But we don’t need to know what an animal is thinking in order to detect deception. By watching behavior and its outcomes, we learn that animals manipulate predators, prey, and rivals, and that their capacity for deception can be surprisingly complex.
Sabemos que los animales son capaces de engañar, pero ¿lo hacen intencionalmente? Es un interrogante complejo, y muchos científicos creen que nunca sabremos la respuesta. No podemos observar los pensamientos de los animales. Pero saber lo que el animal piensa no es necesario para detectar un engaño. Observando el comportamiento y sus resultados, sabemos que los animales manipulan a sus predadores, presas y rivales; y que su capacidad para engañar puede ser extremadamente compleja.