The Olympic motto is "Citius, Altius, Fortius." Faster, Higher, Stronger. And athletes have fulfilled that motto rapidly. The winner of the 2012 Olympic marathon ran two hours and eight minutes. Had he been racing against the winner of the 1904 Olympic marathon, he would have won by nearly an hour and a half. Now we all have this feeling that we're somehow just getting better as a human race, inexorably progressing, but it's not like we've evolved into a new species in a century. So what's going on here? I want to take a look at what's really behind this march of athletic progress.
El lema olímpico es "Citius, Altius, Fortius". Más rápido, más alto, más fuerte. Y los atletas han cumplido con ese lema; rápidamente. El ganador del maratón olímpico de 2012 corrió durante 2 horas y 8 minutos. De haber competido contra el ganador del maratón olímpico de 1904, habría ganado por casi hora y media. Todos tenemos la sensación de que de alguna manera estamos mejorando como raza humana, progresando inexorablemente, pero no es que nos hayamos convertido en una nueva especie en un siglo. Entonces, ¿qué está pasando? Veamos qué hay detrás de esta marcha de progreso atlético.
In 1936, Jesse Owens held the world record in the 100 meters. Had Jesse Owens been racing last year in the world championships of the 100 meters, when Jamaican sprinter Usain Bolt finished, Owens would have still had 14 feet to go. That's a lot in sprinter land. To give you a sense of how much it is, I want to share with you a demonstration conceived by sports scientist Ross Tucker. Now picture the stadium last year at the world championships of the 100 meters: thousands of fans waiting with baited breath to see Usain Bolt, the fastest man in history; flashbulbs popping as the nine fastest men in the world coil themselves into their blocks. And I want you to pretend that Jesse Owens is in that race. Now close your eyes for a second and picture the race. Bang! The gun goes off. An American sprinter jumps out to the front. Usain Bolt starts to catch him. Usain Bolt passes him, and as the runners come to the finish, you'll hear a beep as each man crosses the line. (Beeps) That's the entire finish of the race. You can open your eyes now. That first beep was Usain Bolt. That last beep was Jesse Owens. Listen to it again. (Beeps) When you think of it like that, it's not that big a difference, is it? And then consider that Usain Bolt started by propelling himself out of blocks down a specially fabricated carpet designed to allow him to travel as fast as humanly possible. Jesse Owens, on the other hand, ran on cinders, the ash from burnt wood, and that soft surface stole far more energy from his legs as he ran. Rather than blocks, Jesse Owens had a gardening trowel that he had to use to dig holes in the cinders to start from. Biomechanical analysis of the speed of Owens' joints shows that had been running on the same surface as Bolt, he wouldn't have been 14 feet behind, he would have been within one stride. Rather than the last beep, Owens would have been the second beep. Listen to it again. (Beeps) That's the difference track surface technology has made, and it's done it throughout the running world.
En 1936, Jesse Owens conquistó el récord mundial en los 100 metros planos. Si Jesse Owens hubiera competido el año pasado en el campeonato del mundo de los 100 metros, cuando el velocista jamaiquino Usain Bolt llegó a la meta, a Owens todavía le habrían faltado más de 4 metros para llegar. Eso es mucho para los velocistas. Para darles una idea de cuánto es, quisiera compartir con Uds. una demostración creada por el científico deportivo Ross Tucker. Imaginen el estadio el año pasado en el campeonato mundial de los 100 metros planos, miles de fans esperando con gran expectación para ver a Usain Bolt, el hombre más rápido en la historia; flashes que destellan mientras los 9 hombres más rápidos del mundo se colocan en sus bloques. Quiero que imaginen que Jesse Owens está compitiendo. Ahora cierra los ojos por un segundo e imagina la carrera. ¡Bang! Suena el disparo de salida. Un velocista estadounidense toma la delantera. Usain Bolt empieza a alcanzarlo. Usain Bolt lo pasa, y cuando llegan los corredores, se escucha un "beep" cuando cada hombre cruza la meta. (Sonido de "beep") Ese es el final de la carrera. Ya pueden abrir sus ojos. Ese primer "beep" era Usain Bolt. Ese último "beep" era Jesse Owens. Escúchenlo de nuevo. (Sonido de "beep") Si lo ven de esa manera, no es tan grande la diferencia, ¿no? Consideren que Usain Bolt empezó impulsándose a sí mismo fuera de los bloques por una alfombra especialmente fabricada, diseñada para permitirle viajar lo más rápido humanamente posible. Jesse Owens, por otra parte, corrió sobre cenizas, cenizas de madera quemada, y esa superficie suave le robó mucha energía de sus piernas mientras corría. En lugar de bloques, Jesse Owens tuvo una pala de jardinería que usó para cavar hoyos en las cenizas para empezar desde allí. El análisis biomecánico de la velocidad de las articulaciones de Owens, muestra que de haber corrido sobre la misma superficie que Bolt, no habría estado 4,3 metros atrás, habría estado solo a una zancada. En lugar del último "beep", Owens hubiera sido el segundo "beep". Escúchenlo de nuevo. (Sonido de "beep") Esa es la diferencia que ha marcado la tecnología de la pista, y que se usa en todo el mundo de las carreras.
Consider a longer event. In 1954, Sir Roger Bannister became the first man to run under four minutes in the mile. Nowadays, college kids do that every year. On rare occasions, a high school kid does it. As of the end of last year, 1,314 men had run under four minutes in the mile, but like Jesse Owens, Sir Roger Bannister ran on soft cinders that stole far more energy from his legs than the synthetic tracks of today. So I consulted biomechanics experts to find out how much slower it is to run on cinders than synthetic tracks, and their consensus that it's one and a half percent slower. So if you apply a one and a half percent slowdown conversion to every man who ran his sub-four mile on a synthetic track, this is what happens. Only 530 are left. If you look at it from that perspective, fewer than ten new men per [year] have joined the sub-four mile club since Sir Roger Bannister. Now, 530 is a lot more than one, and that's partly because there are many more people training today and they're training more intelligently. Even college kids are professional in their training compared to Sir Roger Bannister, who trained for 45 minutes at a time while he ditched gynecology lectures in med school. And that guy who won the 1904 Olympic marathon in three in a half hours, that guy was drinking rat poison and brandy while he ran along the course. That was his idea of a performance-enhancing drug. (Laughter)
Consideren una competencia más larga. En 1954, Sir Roger Bannister se convirtió en el primer hombre en correr la milla en menos de 4 min. Hoy en día, los universitarios lo hacen cada año. En raras ocasiones, lo hace un joven de secundaria. A finales del año pasado, 1314 hombres habían corrido la milla en menos de 4 min, pero al igual que Jesse Owens, Sir Roger Bannister corrió sobre cenizas suaves que le robaron más energía de sus piernas que las pistas sintéticas de hoy. Así que consulté a expertos en biomecánica para averiguar qué tan lento es correr sobre cenizas en comparación con las pistas sintéticas, y el consenso: es 1,5 % más lento. Así que si aplican el 1,5 % en desaceleración a cada hombre que corrió en menos de 4 minutos sobre una pista sintética, esto es lo que pasa. Quedan solo 530. Si lo ven desde esa perspectiva, menos de 10 hombres nuevos por década están en el club de menos 4 minutos desde Sir Roger Bannister. 530 es mucho más que uno, y en parte es porque más personas entrenan hoy y entrenan más inteligentemente. Incluso los universitarios son profesionales en su entrenamiento comparados con Sir Roger Bannister, quien entrenaba 45 minutos y se saltaba las clases de ginecología en la escuela de medicina. Y la persona que ganó el maratón olímpico en 1904 en 3 horas y media, bebía veneno para ratas y brandy mientras corría por el camino. Esa era su idea de una droga para mejorar el rendimiento. (Risas)
Clearly, athletes have gotten more savvy about performance-enhancing drugs as well, and that's made a difference in some sports at some times, but technology has made a difference in all sports, from faster skis to lighter shoes. Take a look at the record for the 100-meter freestyle swim. The record is always trending downward, but it's punctuated by these steep cliffs. This first cliff, in 1956, is the introduction of the flip turn. Rather than stopping and turning around, athletes could somersault under the water and get going right away in the opposite direction. This second cliff, the introduction of gutters on the side of the pool that allows water to splash off, rather than becoming turbulence that impedes the swimmers as they race. This final cliff, the introduction of full-body and low-friction swimsuits.
Claramente, los atletas se han hecho más expertos en las drogas que mejoran el rendimiento, y a veces ha marcado una diferencia en algunos deportes, pero la tecnología ha hecho una diferencia en todos los deportes, de esquís más rápidos a zapatos más ligeros. Observa el récord de 100 metros en natación estilo libre. El récord siempre es una tendencia a la baja, y está marcado por estas 3 pendientes. La primera, en 1956, es la introducción del giro de vuelta. En lugar de parar y dar la vuelta, los atletas podían hacer una voltereta bajo el agua y salir de inmediato en la dirección opuesta. La segunda pendiente, la introducción de canaletas al lado de la piscina que permiten que el agua salga, y no haya turbulencia perjudicando a los nadadores en la competencia. La última pendiente, la introducción de trajes de baño de cuerpo entero y de baja fricción.
Throughout sports, technology has changed the face of performance. In 1972, Eddy Merckx set the record for the longest distance cycled in one hour at 30 miles, 3,774 feet. Now that record improved and improved as bicycles improved and became more aerodynamic all the way until 1996, when it was set at 35 miles, 1,531 feet, nearly five miles farther than Eddy Merckx cycled in 1972. But then in 2000, the International Cycling Union decreed that anyone who wanted to hold that record had to do so with essentially the same equipment that Eddy Merckx used in 1972. Where does the record stand today? 30 miles, 4,657 feet, a grand total of 883 feet farther than Eddy Merckx cycled more than four decades ago. Essentially the entire improvement in this record was due to technology.
En todos los deportes, la tecnología ha cambiado el rostro del desempeño. En 1972, Eddy Merckx estableció el récord de ciclismo en la distancia más larga recorrida en una hora 49 km y 431 m. Ese récord ha mejorado constantemente ya que las bicicletas mejoraron y se hicieron más aerodinámicas hasta 1996, cuando se estableció un registro de 56 km 375 m, casi 7 km más de lo que registró Eddy Merckx en 1972. Pero luego en el año 2000, la Unión Ciclista Internacional decretó que cualquiera que quisiera mantener ese récord tenía que hacerlo esencialmente con el mismo equipo que Eddy Merckx usó en 1972. ¿Cuál es el récord actual? 49 km y 700 m, un total de 269 m más de lo que recorrió Eddy Merckx hace más de 4 décadas. La mejora de este registro se debe principalmente a la tecnología.
Still, technology isn't the only thing pushing athletes forward. While indeed we haven't evolved into a new species in a century, the gene pool within competitive sports most certainly has changed. In the early half of the 20th century, physical education instructors and coaches had the idea that the average body type was the best for all athletic endeavors: medium height, medium weight, no matter the sport. And this showed in athletes' bodies. In the 1920s, the average elite high-jumper and average elite shot-putter were the same exact size. But as that idea started to fade away, as sports scientists and coaches realized that rather than the average body type, you want highly specialized bodies that fit into certain athletic niches, a form of artificial selection took place, a self-sorting for bodies that fit certain sports, and athletes' bodies became more different from one another. Today, rather than the same size as the average elite high jumper, the average elite shot-putter is two and a half inches taller and 130 pounds heavier. And this happened throughout the sports world.
Sin embargo, la tecnología no es el único factor impulsando a los atletas. A pesar de que no hemos evolucionado en una nueva especie en un siglo, la reserva genética en los deportes competitivos, sin duda ha cambiado. En la primera mitad del siglo XX, entrenadores e instructores de educación física tenían la idea de que el cuerpo promedio era el mejor para todas las disciplinas deportivas: estatura media, peso medio, para cualquier deporte. Y se reflejó en los cuerpos de los atletas. En los años 20, el saltador de altura promedio y el lanzador de bala promedio eran exactamente del mismo tamaño. Pero a medida que esa idea empezó a desaparecer, científicos del deporte y entrenadores se dieron cuenta de que en vez del cuerpo promedio, se requerían cuerpos altamente calificados para encajar en ciertos nichos del atletismo, ocurrió una forma de selección artificial, una auto-clasificación de cuerpos que se ajustaban a ciertos deportes, y los cuerpos de los atletas se diferenciaron más el uno del otro. Hoy en día, en vez de tener el mismo tamaño que el saltador de altura, el lanzador de bala es 6,3 cm más alto y casi 59 kg más pesado. Y esto sucedió en todo el mundo del deporte.
In fact, if you plot on a height versus mass graph one data point for each of two dozen sports in the first half of the 20th century, it looks like this. There's some dispersal, but it's kind of grouped around that average body type. Then that idea started to go away, and at the same time, digital technology -- first radio, then television and the Internet -- gave millions, or in some cases billions, of people a ticket to consume elite sports performance. The financial incentives and fame and glory afforded elite athletes skyrocketed, and it tipped toward the tiny upper echelon of performance. It accelerated the artificial selection for specialized bodies. And if you plot a data point for these same two dozen sports today, it looks like this. The athletes' bodies have gotten much more different from one another. And because this chart looks like the charts that show the expanding universe, with the galaxies flying away from one another, the scientists who discovered it call it "The Big Bang of Body Types."
De hecho, si trazan una gráfica de altura en función a la masa un punto por cada dos docenas de deportes en la primera mitad del siglo XX, se ve así. Hay cierta dispersión, pero se agrupa alrededor de ese tipo de cuerpo promedio. Entonces esa idea empezó a desaparecer, y al mismo tiempo, la tecnología digital, primero la radio, luego la televisión e Internet, le dieron a millones de personas, o a miles de millones un boleto, para consumir rendimiento deportivo de élite. El dinero, la fama y la gloria hicieron que los atletas de élite subieran por las nubes, lo que permitió pasar a un pequeño grado superior de rendimiento. Se aceleró la selección artificial de cuerpos calificados. Y si se traza un punto para estas mismas dos docenas de deportes hoy, se ve así. Los cuerpos de los atletas son mucho más diferentes entre sí. Y ya que esta gráfica se ve como las gráficas que muestran la expansión del universo, con galaxias alejándose unas de otras, los científicos que lo notaron la llaman: "El Big Bang de los tipos de cuerpo".
In sports where height is prized, like basketball, the tall athletes got taller. In 1983, the National Basketball Association signed a groundbreaking agreement making players partners in the league, entitled to shares of ticket revenues and television contracts. Suddenly, anybody who could be an NBA player wanted to be, and teams started scouring the globe for the bodies that could help them win championships. Almost overnight, the proportion of men in the NBA who are at least seven feet tall doubled to 10 percent. Today, one in 10 men in the NBA is at least seven feet tall, but a seven-foot-tall man is incredibly rare in the general population -- so rare that if you know an American man between the ages of 20 and 40 who is at least seven feet tall, there's a 17 percent chance he's in the NBA right now. (Laughter) That is, find six honest seven footers, one is in the NBA right now. And that's not the only way that NBA players' bodies are unique. This is Leonardo da Vinci's "Vitruvian Man," the ideal proportions, with arm span equal to height. My arm span is exactly equal to my height. Yours is probably very nearly so. But not the average NBA player. The average NBA player is a shade under 6'7", with arms that are seven feet long. Not only are NBA players ridiculously tall, they are ludicrously long. Had Leonardo wanted to draw the Vitruvian NBA Player, he would have needed a rectangle and an ellipse, not a circle and a square.
En los deportes donde la altura es apreciada, como el básquetbol, el tamaño de los atletas ha aumentado. En 1983, la Asociación de EE.UU. de básquetbol firmó un innovador acuerdo haciendo a los jugadores socios de la liga, con derecho a los ingresos de las entradas y a los contratos de televisión. De repente, cualquiera que podía ser jugador de la NBA lo quería ser, y los equipos empezaron a buscar por el mundo los cuerpos que podían ayudarles a ganar campeonatos. Casi de la noche a la mañana, la proporción de los jugadores de la NBA, que miden por lo menos 2,13 m, se incrementó 10 %. Hoy en día, 1 de cada 10 jugadores de la NBA mide por lo menos 2,13 m, aunque un hombre de 2,13 m, es increíblemente raro en la población general, tan raro que si conocen a un estadounidense de entre 20 y 40 años que mida por lo menos 2,13 m, hay un 17 % de probabilidad de que sea actualmente un jugador de la NBA. (Risas) Es decir, encuentren 6 hombres que de verdad midan 2,13 m, uno de ellos está en la NBA en estos momentos. No solo por eso los cuerpos de los jugadores de la NBA son únicos. Este es "El hombre de Vitruvio" de Leonardo da Vinci, las proporciones ideales, con la longitud del brazo igual a la altura. La longitud de mi brazo es exactamente igual a mi altura. La suya es probablemente muy similar. Pero no la de un jugador promedio de la NBA. El jugador promedio de la NBA mide 2 m, con brazos de 2,13 m de largo. No solo son ridículamente altos sino también ridículamente largos. Si Leonardo hubiese dibujado a un jugador de la NBA de Vitruvio, hubiera necesitado un rectángulo y una elipse, no un círculo y un cuadrado.
So in sports where large size is prized, the large athletes have gotten larger. Conversely, in sports where diminutive stature is an advantage, the small athletes got smaller. The average elite female gymnast shrunk from 5'3" to 4'9" on average over the last 30 years, all the better for their power-to-weight ratio and for spinning in the air. And while the large got larger and the small got smaller, the weird got weirder. The average length of the forearm of a water polo player in relation to their total arm got longer, all the better for a forceful throwing whip. And as the large got larger, small got smaller, and the weird weirder. In swimming, the ideal body type is a long torso and short legs. It's like the long hull of a canoe for speed over the water. And the opposite is advantageous in running. You want long legs and a short torso. And this shows in athletes' bodies today. Here you see Michael Phelps, the greatest swimmer in history, standing next to Hicham El Guerrouj, the world record holder in the mile. These men are seven inches different in height, but because of the body types advantaged in their sports, they wear the same length pants. Seven inches difference in height, these men have the same length legs.
Así que en los deportes donde se valora la altura, los atletas altos se han vuelto más altos. Por el contrario, en los deportes donde una estatura diminuta es una ventaja, los atletas pequeños se volvieron más pequeños. La gimnasta de élite promedio se ha reducido de 1,60 m a 1,45 m en promedio en los últimos 30 años, para mejorar su proporción potencia-peso y poder girar en el aire. Y mientras los altos son más altos y los pequeños más pequeños, los raros son más raros. El largo promedio del antebrazo de un jugador de waterpolo con respecto a la totalidad de su brazo ha aumentado, para mejorar la potencia de su lanzamiento. Y mientras los altos se volvieron más altos, los pequeños más pequeños, y los raros más raros. En natación, el tipo de cuerpo ideal es un torso largo y piernas cortas. Es como el casco largo de una canoa para tener velocidad sobre el agua. Y lo contrario es aconsejable para correr. Tener piernas largas y un torso corto. Y esto se nota en los cuerpos de los atletas actualmente. Aquí pueden ver a Michael Phelps, el mejor nadador de la historia, de pie junto a Hicham El Guerrouj, poseedor del récord mundial de la milla. Estos atletas tienen una diferencia de altura de casi 18 cm, pero por sus tipos de cuerpo que los favorecen en sus disciplinas, visten pantalones con el mismo largo. 18 cm de diferencia, y tienen la misma longitud en las piernas.
Now in some cases, the search for bodies that could push athletic performance forward ended up introducing into the competitive world populations of people that weren't previously competing at all, like Kenyan distance runners. We think of Kenyans as being great marathoners. Kenyans think of the Kalenjin tribe as being great marathoners. The Kalenjin make up just 12 percent of the Kenyan population but the vast majority of elite runners. And they happen, on average, to have a certain unique physiology: legs that are very long and very thin at their extremity, and this is because they have their ancestry at very low latitude in a very hot and dry climate, and an evolutionary adaptation to that is limbs that are very long and very thin at the extremity for cooling purposes. It's the same reason that a radiator has long coils, to increase surface area compared to volume to let heat out, and because the leg is like a pendulum, the longer and thinner it is at the extremity, the more energy-efficient it is to swing. To put Kalenjin running success in perspective, consider that 17 American men in history have run faster than two hours and 10 minutes in the marathon. That's a four-minute-and-58-second-per-mile pace. Thirty-two Kalenjin men did that last October. (Laughter) That's from a source population the size of metropolitan Atlanta.
En algunos casos, la búsqueda de cuerpos que pudieran impulsar el rendimiento atlético terminó introduciendo en el mundo competitivo a grupos de personas que no habían competido antes en lo absoluto, como los fondistas kenianos. Pensamos que los kenianos son grandes maratonistas. Los kenianos piensan que en la tribu kalenjin hay grandes maratonistas. Los kalenjin constituyen solo el 12 % de la población de Kenia pero tienen a la gran mayoría de los corredores de élite. Y resulta que en promedio, tienen una cierta fisiología única: piernas que son muy largas y muy delgadas en sus extremos, y esto es porque sus antepasados vivieron a una latitud muy baja en un clima muy cálido y seco, y una adaptación evolutiva a eso son extremidades muy largas y muy delgadas en los extremos para fines de enfriamiento. Es la misma razón por la que un radiador tiene bobinas largas: para aumentar la superficie respecto del volumen y que salga el calor, y debido a que la pierna es como un péndulo, mientras más larga y delgada sea en la punta, tendrá más eficiencia energética. Para poner el éxito de los corredores kalenjin en perspectiva, consideren que 17 hombres estadounidenses en la historia han corrido más rápido de 2 horas y 10 minutos en el maratón. Eso es un ritmo de 3 minutos y 5 segundos por kilómetro. 32 hombres kalenjin corrieron eso el pasado mes de octubre. (Risas) Y provienen de una población del tamaño de la zona metropolitana de Atlanta.
Still, even changing technology and the changing gene pool in sports don't account for all of the changes in performance. Athletes have a different mindset than they once did. Have you ever seen in a movie when someone gets an electrical shock and they're thrown across a room? There's no explosion there. What's happening when that happens is that the electrical impulse is causing all their muscle fibers to twitch at once, and they're throwing themselves across the room. They're essentially jumping. That's the power that's contained in the human body. But normally we can't access nearly all of it. Our brain acts as a limiter, preventing us from accessing all of our physical resources, because we might hurt ourselves, tearing tendons or ligaments. But the more we learn about how that limiter functions, the more we learn how we can push it back just a bit, in some cases by convincing the brain that the body won't be in mortal danger by pushing harder. Endurance and ultra-endurance sports serve as a great example. Ultra-endurance was once thought to be harmful to human health, but now we realize that we have all these traits that are perfect for ultra-endurance: no body fur and a glut of sweat glands that keep us cool while running; narrow waists and long legs compared to our frames; large surface area of joints for shock absorption. We have an arch in our foot that acts like a spring, short toes that are better for pushing off than for grasping tree limbs, and when we run, we can turn our torso and our shoulders like this while keeping our heads straight. Our primate cousins can't do that. They have to run like this. And we have big old butt muscles that keep us upright while running. Have you ever looked at an ape's butt? They have no buns because they don't run upright. And as athletes have realized that we're perfectly suited for ultra-endurance, they've taken on feats that would have been unthinkable before, athletes like Spanish endurance racer Kílian Jornet. Here's Kílian running up the Matterhorn. (Laughter) With a sweatshirt there tied around his waist. It's so steep he can't even run here. He's pulling up on a rope. This is a vertical ascent of more than 8,000 feet, and Kílian went up and down in under three hours. Amazing. And talented though he is, Kílian is not a physiological freak. Now that he has done this, other athletes will follow, just as other athletes followed after Sir Roger Bannister ran under four minutes in the mile.
Sin embargo, aun con los cambios tecnológicos y la reserva genética que cambia en los deportes no basta para todos los cambios en el rendimiento. Los atletas tienen una mentalidad diferente a la de antes. ¿Alguna vez han visto en una película a alguien recibir una descarga eléctrica que es lanzado por la habitación? No hay una explosión. Lo que pasa es que el impulso eléctrico causa que todas sus fibras musculares se contraigan al mismo tiempo, y se autoimpulsen. En esencia, están saltando. Ese es el poder contenido en el cuerpo humano. Pero normalmente no podemos acceder a él en su totalidad. Nuestro cerebro actúa como un limitador, que nos impide acceder a todos nuestros recursos físicos, ya que podríamos hacernos daño, desgarrando tendones o ligamentos. Pero cuanto más aprendemos sobre cómo funciona ese limitador, más aprendemos cómo detenerlo solo un poco, en algunos casos convenciendo al cerebro de que el cuerpo no estará en peligro mortal si lo llevamos al límite. Los deportes de resistencia y de ultra-resistencia son un gran ejemplo. Alguna vez se pensó que la ultraresistencia era dañina para la salud humana, pero ahora nos damos cuenta de que tenemos todos estos rasgos que son perfectos para la ultraresistencia: sin pelos en el cuerpo y un exceso de glándulas sudoríparas que nos mantienen frescos mientras corremos; cinturas estrechas y piernas largas comparadas con nuestro talle; gran superficie en las articulaciones para la absorción de impactos. Tenemos un arco en el pie, que actúa como un resorte, dedos de los pies, cortos, mejores para impulsar que para agarrar ramas de árbol, y cuando corremos, podemos mover el torso y los hombros, así, mientras mantenemos la cabeza recta. Nuestros primos los primates no pueden hacerlo. Tienen que correr así. Y tenemos grandes músculos en los glúteos que nos mantienen rectos mientras corremos. ¿Alguna vez han visto el trasero de un simio? No tienen glúteos porque no corren en posición vertical. Y como los atletas han notado que somos perfectamente adecuados para la ultraresistencia, han realizado hazañas que antes hubieran sido impensables, atletas como el corredor de resistencia español Kilian Jornet. Este es Kilian corriendo en el Matterhorn. (Risas) Con una sudadera atada a la cintura. Es tan empinado que ni siquiera puede correr ahí. Está tirando de una cuerda. Se trata de un ascenso vertical de más de 2400 metros, y Kilian subió y bajo en menos de 3 horas. Increíble. Y a pesar de lo talentoso que es, Kilian no es un fenómeno fisiológico. Ahora que ha logrado esto, otros atletas lo seguirán, al igual que otros atletas siguieron a Sir Roger Bannister corriendo la milla en menos de 4 min.
Changing technology, changing genes, and a changing mindset. Innovation in sports, whether that's new track surfaces or new swimming techniques, the democratization of sport, the spread to new bodies and to new populations around the world, and imagination in sport, an understanding of what the human body is truly capable of, have conspired to make athletes stronger, faster, bolder, and better than ever.
Los cambios en la tecnología, en los genes, y una mentalidad cambiante. La innovación en el deporte, ya sean nuevas superficies en las pistas o nuevas técnicas de natación, la democratización del deporte, la propagación de nuevos cuerpos en las nuevas poblaciones de todo el mundo, la imaginación en el deporte, y saber lo que el cuerpo humano es verdaderamente capaz de hacer, han conspirado para hacer a los atletas más fuertes, más rápidos, más audaces, y mejores que nunca.
Thank you very much.
Muchas gracias.
(Applause)
(Aplausos)