Picture this: your friend and you are watching a sitcom and a sassy sidekick walks into a room, carrying a four-tiered wedding cake. He trips, falls,
Imagina esto: tu amigo y tú están viendo una serie de comedia y un personaje atrevido entra a la habitación, cargando una torta de bodas de 4 pisos. Se tropieza, cae,
and face-plants into the cake. Your friend doubles over with laughter and says, "It's so ridiculous! So ironic!" Well, quick, what do you do? Do you laugh along with the laugh track and let this grievous misinterpretation of irony go? Or, do you throw caution to the wind and explain the true meaning of irony? If you're me, you choose the latter. Unfortunately, irony has been completely misunderstood. We tend to throw out that term whenever we see something funny or coincidental. And while many examples of true irony can be funny, that is not the driving factor of being ironic. A situation is only ironic if what happens is the exact opposite of what was expected. If you expect A, but get B, then you have irony. Let's take the slap-stick cake situation as an example. When someone walks in precariously balancing something that shouldn't be carried alone, trips, falls, and makes a mess, it is funny, but it's not ironic. In fact, you probably expect someone who is single-handedly carrying a huge cake to trip. When he does, reality aligns with expectations, and so that is not irony. But what if the sassy sidekick walked in wearing a gold medal that he'd won at the cake walking event at the Atlanta Olympics in 1996? What if that sidekick was a professional cake carrier? Then, maybe there would have been a reasonable expectation that he would have been more skilled when carrying a ridiculously large cake. Then, when that reasonable expectation was not met by the tripping sidekick, irony would have been exemplified. Another example. A senior citizen texting and blogging. The common and reasonable expectation of more mature men and women is that they don't like or know technology, that they have a hard time turning on a computer, or that they have the old brick cell phones from the 1980s. One should not expect them to be connected, high-tech, or savvy enough to text or to be blogging, which must seem like some sort of newfangled thing that "back in my day," they never had. So when Granny pulls out her smart phone to post pictures of her dentures or her grandkids, irony ensues. Reasonable expectations of the situation are not met. That is irony. So while the cake dropper might not be ironic, there are all kinds of situations in life that are. Go out, and find those true examples of irony.
y zambulle la cara en la torta. Tu amigo se destornilla de la risa y dice, "¡Es tan ridículo! ¡Qué irónico!" Rápido, ¿qué haces? ¿Te añades a las risas de fondo de la serie y pasas por alto esta mala interpretación de la ironía? ¿O te arrojas sin miedo a la piscina y explicas el verdadero significado de la ironía? Si eres como yo, eliges lo segundo. Desafortunadamente, la ironía ha sido completamente malentendida. Tendemos a pronunciar ese término cuando vemos algo gracioso o coincidente. Mientras que muchos ejemplos de auténtica ironía pueden ser graciosos, ése no es el factor impulsor de ser irónico. Una situación solamente es irónica si lo que ocurre es exactamente lo opuesto a lo que se esperaba. Si esperas A, pero obtienes B, entonces tienes ironía. Tomemos la situación de la cara en la torta como ejemplo. Cuando alguien entra balanceando peligrosamente con algo que no debería trasportarse por más de una persona, se tropieza, cae y monta un lío, es gracioso, pero no es irónico. De hecho, probablemente esperas que alguien que carga una enorme torta solo tropiece. Cuando lo hace, la realidad se alinea con la expectativa, por lo tanto <i>no</i> es ironía ¿Pero qué tal si el personaje atrevido de la serie entrara con una medalla de oro que ganó en una competencia de caminata con torta en las Olimpíadas de Atlanta en 1996? ¿Qué tal si el personaje era un portador de tortas profesional? Entonces, habría una expectativa razonable de que sea más experimentado en cargar una torta ridículamente grande. Entonces, cuando esa expectativa razonable no se obtiene con el personaje que tropieza, la ironía será ejemplificada. Otro ejemplo. Un ciudadano anciano escribiendo mensajes de texto y escribiendo en un blog. La razonable y común expectativa de hombres y mujeres más <i>maduros</i> es que no les gusta o conocen la tecnología, que tienen inconvenientes encendiendo una computadora o que tienen esos antiguos teléfonos celulares con forma de ladrillo de los 80. Uno no esperaría que estén conectados, sean tecnológicos, o tan conocedores como para escribir un mensaje de texto o escribir un blog, que debiera parecer una cosa novedosa que "en su época" no tenían. Así que, cuando la abuela saca su teléfono inteligente y publica fotos de sus dentaduras o de sus nietos, la ironía sobreviene. Expectativas razonables de la situación no son cumplidas. Eso es ironía. Mientras que la situación de la torta no es irónica, hay todo tipo de situaciones en la vida que sí lo son. Sal y encuentra esos auténticos ejemplos de ironía.