From space, our planet appears to be more ocean than Earth. But despite the water covering 71% of the planet’s surface, more than half the world’s population endures extreme water scarcity for at least one month a year. And current estimates predict that by 2040, up to 20 more countries could be experiencing water shortages. Taken together, these bleak statistics raise a startling question: are we running out of clean water?
Desde el espacio, nuestro planeta parece tener más océanos que tierras. Si bien el agua abarca 71 % de la superficie del planeta, más de la mitad de la población mundial padece escasez extrema de agua durante al menos un mes al año. Y según las predicciones actuales, en el 2040 otros 20 países podrían padecer escasez de agua. Estas estadísticas poco prometedoras nos plantean una pregunta inquietante: ¿Se nos está acabando el agua potable?
Well yes, and no. At a planetary scale, Earth can’t run out of freshwater thanks to the water cycle, a system that continuously produces and recycles water, morphing it from vapour, to liquid, to ice as it circulates around the globe. So this isn’t really a question of how much water there is, but of how much of it is accessible to us. 97% of earth’s liquid is saltwater, too loaded with minerals for humans to drink or use in agriculture. Of the remaining 3% of potentially usable freshwater, more than two-thirds is frozen in ice caps and glaciers. That leaves less than 1% available for sustaining all life on Earth, spread across our planet in rivers, lakes, underground aquifers, ground ice and permafrost. It’s these sources of water that are being rapidly depleted by humans, but slowly replenished by rain and snowfall.
La respuesta es sí y no. A escala global, es imposible que la Tierra se quede sin agua potable, gracias al ciclo del agua, un sistema que continuamente produce y recicla agua, transformándola en vapor, líquido, hielo a medida que circula por el planeta. Por lo que el problema no es la cantidad de agua existente, sino qué proporción de esa agua nos es accesible. El 97 % del agua de la Tierra es salobre y contiene demasiados minerales que la vuelven insalubre para el consumo humano y la agricultura. Del restante 3 % de agua potable que podríamos consumir, más de dos tercios se encuentra congelada en los casquetes glaciares. Esto nos deja con menos del 1 % del agua para sustentar toda la vida de la Tierra, agua que está dispersa por todo el planeta en ríos, lagos, acuíferos subterráneos, hielos terrestres y permafrost. Estos recursos hídricos están siendo agotados a gran velocidad por los seres humanos y lentamente reabastecidos por lluvias y nevadas.
And this limited supply isn’t distributed evenly around the globe. Diverse climates and geography provide some regions with more rainfall and natural water sources, while other areas have geographic features that make transporting water much more difficult. And supplying the infrastructure and energy it would take to move water across these regions is extremely expensive.
Y este limitado recurso no se encuentra distribuido equitativamente en el mundo. Los diferentes climas y la geografía brindan a algunas regiones más lluvias y fuentes hídricas naturales, mientras que otras regiones poseen características geográficas que dificultan el transporte de agua. La infraestructura y la energía que demandaría transportar agua a estas regiones son demasiado costosas.
In many of these water-poor areas, as well as some with greater access to water, humanity is guzzling up the local water supply faster than it can be replenished. And when more quickly renewed sources can’t meet the demand, we start pumping it out of our finite underground reserves. Of Earth’s 37 major underground reservoirs, 21 are on track to be irreversibly emptied. So while it’s true that our planet isn’t actually losing water, we are depleting the water sources we rely on at an unsustainable pace.
En muchas de estas áreas de poco acceso, al igual que en otras áreas donde el acceso es mayor, las personas consumen agua a mayor velocidad de lo que puede reabastecerse. Y cuando las fuentes recién reabastecidas no pueden con esta demanda, extraemos agua de nuestras limitadas reservas subterráneas. De las 37 principales reservas subterráneas, 21 van en camino a vaciarse de forma irreversible. Si bien es cierto que no hay menos agua en nuestro planeta,
This might seem surprising – after all, on average, people only drink about two liters of water a day. But water plays a hidden role in our daily lives, and in that same 24 hours, most people will actually consume an estimated 3000 liters of water. In fact, household water – which we use to drink, cook, and clean – accounts for only 3.6% of humanity’s water consumption. Another 4.4% goes to the wide range of factories which make the products we buy each day. But the remaining 92% of our water consumption is all spent on a single industry: agriculture.
estamos agotando las fuentes de agua potable a una velocidad insostenible. Esto puede parecer insólito ya que, después de todo, las personas consumen solamente unos dos litros de agua por día. Pero el agua cumple una función menos evidente en la vida diaria y, en un día, la mayoría de la gente consume unos 3000 litros de agua. En efecto, el uso doméstico del agua, es decir, para consumo, cocina y limpieza constituye únicamente el 3,6 % del consumo humano de agua. Otro 4,4 % se usa en las fábricas, donde se fabrican los productos que compramos a diario. El restante 92 % del agua potable se invierte en una sola industria: la agricultura.
Our farms drain the equivalent of 3.3 billion Olympic-sized swimming pools every year, all of it swallowed up by crops and livestock to feed Earth’s growing population. Agriculture currently covers 37% of Earth’s land area, posing the biggest threat to our regional water supplies. And yet, it’s also a necessity. So how do we limit agriculture’s thirst while still feeding those who rely on it?
En la explotación agrícola se emplea por año lo que equivale a 3,3 mil millones de piscinas olímpicas. Todo esto se usa en cultivos y ganado para alimentar a la creciente población mundial. Actualmente, el 37 % de los suelos del planeta se usan para cultivos agrícolas, lo que constituye la amenaza más importante a nuestros recursos hídricos. Y aun así es algo necesario. ¿Cómo limitar el uso agrícola a la vez que se alimenta a la población?
Farmers are already finding ingenious ways to reduce their impact, like using special irrigation techniques to grow “more crop per drop”, and breeding new crops that are less thirsty. Other industries are following suit, adopting production processes that reuse and recycle water. On a personal level, reducing food waste is the first step to reducing water use, since one-third of the food that leaves farms is currently wasted or thrown away. You might also want to consider eating less water-intensive foods like shelled nuts and red meat. Adopting a vegetarian lifestyle could reduce up to one third of your water footprint. Our planet may never run out of water, but it doesn’t have to for individuals to go thirsty. Solving this local problem requires a global solution, and small day-to-day decisions can affect reservoirs around the world.
Hoy en día, los agricultores están ideando formas ingeniosas de reducir este impacto, como la utilización de técnicas especiales de irrigación para aprovechar al máximo cada gota, y el cultivo de plantas que requieren menos agua. Otras industrias siguen el ejemplo y adoptan procesos de producción en los que el agua se reúsa y recicla. A nivel individual, el primer paso para reducir el consumo de agua es disminuir el desperdicio de alimentos, ya que, actualmente, se desperdicia un tercio de la producción agrícola. También podrías considerar consumir menos alimentos que requieren agua, como nueces con cáscara y carnes rojas. La adopción de un estilo de vida vegetariano podría reducir tu consumo de agua hasta en un tercio. Puede que el agua nunca se acabe en nuestro planeta, pero aun así algunas personas pueden experimentar escasez. Para resolver los problemas locales se requieren soluciones globales, y las sencillas decisiones diarias pueden afectar las reservas de todo el mundo.